La organización ACOM de lucha contra el antisemitismo ha anunciado que presentará una acción judicial contra el hostelero del restaurante Mimassa, en Vigo, por la posible concurrencia de un delito de odio, un delito contra la integridad moral, así como por cualquier otra figura penal aplicable a los hechos difundidos a través de fuentes abiertas.

Según la organización, el incidente tuvo lugar en la terraza del citado establecimiento, donde el dueño, Samir Slim, expulsó de manera discriminatoria a un grupo de ciudadanos israelíes mientras les dirigía insultos y los responsabilizaba colectivamente de crímenes contra el pueblo palestino. ACOM califica estos hechos como una clara manifestación de antisemitismo y discriminación, que, advierte, "no puede quedar impune".

La organización señala que la expulsión basada en la nacionalidad israelí, acompañada de insultos, acusaciones generalizadas y la glorificación del terrorismo —incluida una expresión de apoyo explícito a Hezbolá—, constituye un ataque directo a la dignidad humana y a los principios de no discriminación que rigen en toda sociedad democrática.

ACOM fundamenta su denuncia en el artículo 510 del Código Penal español, que tipifica los delitos de incitación al odio, y apunta también a un posible delito contra la integridad moral. En el comunicado, la organización reafirma su compromiso con la lucha contra el antisemitismo y afirma que "los actos de odio y exclusión no tienen cabida en una sociedad democrática".

El caso cobró notoriedad tras viralizarse un vídeo en redes sociales donde se ve al hostelero retirando las bebidas a los clientes y ordenándoles que abandonen el lugar entre gritos como "fuera de aquí, matáis a palestinos, os vais a comer a Gaza" y "viva Palestina libre". El episodio fue denunciado telefónicamente a la Policía Local por un ciudadano residente en Madrid que se encontraba en Vigo y fue testigo presencial de los hechos.

La unidad especializada de delitos de odio de la Policía Nacional ha iniciado una investigación. Hasta el momento, el establecimiento Mimassa no ha emitido ninguna declaración pública, pero en declaraciones a la prensa gallega su propietario se quejó de una supuesta campaña para desacreditarle por parte de grupos proisraelíes y empezó a acusar a los israelíes de un comportamiento impropio, cosas que no había siquiera mencionado cuando difundió su video, en el que alegremente era él el que les insultaba ▪