Tras el atentado terrorista antisemita perpetrado en Sídney contra judíos que celebraban la festividad de Janucá, ACOM ha responsabilizado directamente al Gobierno de Pedro Sánchez de contribuir a una deriva moral que, a su juicio, legitima el odio y desemboca en episodios de violencia como el ocurrido en Australia. La organización de lucha contra el antisemitismo exige una condena pública sin ambigüedades y alerta de que la falta de reacción tiene consecuencias reales.
El clima político y mediático contra Israel y los judíos
En su posicionamiento sobre los hechos, ACOM afirma que "los atentados perpetrados en Australia contra judíos que celebraban la festividad de Janucá son una muestra más del avance imparable del antisemitismo violento en las democracias occidentales", según un comunicado. En el texto, la entidad vincula ese avance con un clima político y mediático que, sostiene, blanquea y ampara el odio antijudío.
La organización subraya que se trata de "un odio antiguo que hoy vuelve a sentirse legitimado, amparado y blanqueado desde determinados gobiernos, medios y organizaciones políticas" y recuerda que lleva años denunciando esta situación. En ese marco, sitúa al Ejecutivo español como un actor con responsabilidad directa. "El Gobierno de España no es ajeno a esta deriva. Muy al contrario: es parte del problema", señala el comunicado.
ACOM sostiene que desde hace meses el Gobierno ha contribuido a generar "un clima de hostilidad contra el pueblo judío y contra Israel" mediante "discursos irresponsables, posicionamientos sectarios y el uso de medios públicos". El texto menciona además la difusión de mensajes que la organización considera alineados con "la propaganda de organizaciones terroristas como Hamás".
Para ACOM, este contexto invalida cualquier apelación a la neutralidad institucional. "Esto no es neutralidad: es complicidad moral", afirma, y enmarca su exigencia de condena del atentado de Sídney como una obligación política y ética del Gobierno español.
Exigencia de condena y advertencia de responsabilidades
La principal demanda de ACOM tras el atentado es una respuesta oficial sin matices. "Exigimos al Gobierno de España una condena inmediata, clara e inequívoca de estos atentados", recoge el comunicado. La organización advierte de que la ausencia de una condena explícita tiene implicaciones directas. "No hacerlo lo convierte en responsable moral y cómplice indirecto de la escalada de odio que pone en peligro a ciudadanos judíos en nuestro país", añade.
El texto insiste en que el discurso público no es inocuo. "La criminalización sistemática de Israel, la equidistancia frente al terrorismo y el silencio ante los ataques contra judíos en todo el mundo tienen consecuencias reales", sostiene ACOM, que establece una relación directa entre legitimación política del odio y violencia física.
En ese sentido, el comunicado lanza una advertencia clara. "Cuando un gobierno legitima el odio, otros ejecutan la violencia", afirma, y subraya que lo sucedido en Australia no debe percibirse como un hecho lejano. "Lo ocurrido en Australia puede ocurrir en España", advierte la organización.
ACOM concluye su posicionamiento fijando una línea tajante sobre la actuación que, a su juicio, deben seguir las democracias. "Con el antisemitismo no se dialoga. Con el terrorismo no se pacta. Con quienes justifican el asesinato de civiles no se debate", señala el texto, que llama a combatir estas actitudes "desde la ley, la verdad y la defensa firme de la democracia".
La advertencia final refuerza la presión sobre los responsables públicos. "Quienes hoy callan, mañana cargarán con la responsabilidad de lo que suceda", concluye el comunicado. "El silencio no es neutral. El silencio también mata" ▪
