Una manifestación pro-Palestina en Barcelona, en el marco de la huelga general convocado este miércoles por los sindicatos, terminó con 15 detenidos —once de ellos menores de edad—, múltiples destrozos en el centro de la ciudad y cargas policiales frente al Consulado de Israel.
El balance provisional de la jornada deja contenedores ardiendo, locales vandalizados y enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra, que emplearon gas pimienta para dispersar a los grupos más violentos.
Según medios locales, los disturbios comenzaron hacia las 17:00 horas frente al hotel Barceló Sants, donde los agentes impidieron el boicot al equipo de baloncesto israelí Hapoel Jerusalem, que debía desplazarse a Manresa para disputar un partido de la Eurocup.
"Debemos evitar que se produzcan estos incidentes, que perjudican la causa que dicen defender", declaró el teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, al término de la jornada.
Según un comunicado, los Mossos actuaron "de manera puntual" con gas pimienta para restablecer la normalidad, ante los intentos de bloquear el paso del autobús del equipo israelí y los posteriores ataques contra el Consulado de Israel, donde los manifestantes lanzaron cohetes de pirotecnia y objetos contra la fachada del edificio.
Del bloqueo en Sants al fuego en Maria Cristina
La marcha unitaria comenzó a las 18:00 horas en la estación de Sants, con el lema "Poner fin al genocidio, el colonialismo, la ocupación y el apartheid en Palestina". La convocatoria, respaldada por CCOO, UGT, CGT, COS, IAC, Intersindical, Solidaritat Obrera y Co.bas, reunió a 50.000 personas según los organizadores, aunque la Guardia Urbana redujo la cifra a 15.000.
En los primeros tramos, se registraron los primeros actos vandálicos: lanzamiento de piedras y objetos contra un Burger King en la calle Tarragona, quema de contenedores y destrozos en un local de seguros y una entidad bancaria. El humo negro era visible desde varios puntos de la ciudad.
En la avenida Diagonal, otro grupo atacó un McDonald’s, mientras que en la Gran Via de Carles III se levantaron barricadas con contenedores incendiados, que obligaron a intervenir a los Bomberos. A medida que la columna avanzaba hacia la sede del Consulado, los Mossos volvieron a cargar para dispersar a quienes bloqueaban la vía y lanzaban cohetes contra el edificio.
El resultado fue un caos circulatorio en toda la zona de Francesc Macià y Maria Cristina, con autobuses desviados y calles completamente cortadas. En el punto más álgido de la protesta, la policía catalana practicó 15 detenciones por desórdenes públicos.
"Seguimos luchando porque los palestinos siguen siendo asesinados"
En declaraciones a la agencia Reuters, una de las manifestantes, Marta Tejedor, de 55 años, explicó que decidió participar porque "aunque parezca que hay un acuerdo de paz, no sabemos qué pasará", y añadió que "la situación sigue sin estabilidad, los palestinos siguen siendo asesinados. No hay ninguna garantía de que exista un Estado palestino, y debemos seguir luchando para que eso ocurra".
La protesta de Barcelona se desarrolló bajo pancartas que proclamaban "Del río al mar, Palestina vencerá" y "Derribemos al Estado de Israel", consignas que también se escucharon en la manifestación simultánea de Madrid.
Los disturbios y manifestaciones en España continúan incluso después del alto el fuego en Gaza, decretado por Estados Unidos y anunciado por Donald Trump esta misma semana, que ha llevado a la retirada parcial de Israel de Gaza a llamada Línea Amarilla y la liberación de 20 rehenes vivos y una decena ya sin vida. Quedan pendientes de devolución otros 19.
Las manifestaciones en Barcelona, la más violenta de todas en España, incluyeron a "activistas encapuchados" que lanzaron objetos en llamas contra los agentes.
En los choques con la policía catalana, dos agentes arrastraron al diputado de la CUP Xavier Pellicer, que participaba en el bloqueo del hotel Barceló Sants. Según fuentes policiales, el uso del gas pimienta se debió a que los manifestantes "impedían la salida de vehículos" del hotel y algunos "sobrepasaron la línea policial".
Los Comuns piden explicaciones y los sindicatos reclaman justicia
Tras los incidentes, el Grupo Parlamentario de los Comuns anunció que solicitará la comparecencia de la consellera de Interior, Núria Parlon, y del director de los Mossos, Josep Lluís Trapero, para que expliquen el uso de gas pimienta supuestamente "de manera indiscriminada" durante las cargas.
Desde los sindicatos convocantes, el dirigente de IAC, David Caño, subrayó que el objetivo de la huelga general era exigir que el "genocidio de Israel no quede impune" y advirtió que el alto el fuego actual es "inestable".
La secretaria general de Comisiones Obreras en Cataluña, Belén López, reclamó un "alto el fuego definitivo" y el enjuiciamiento del Gobierno israelí por crímenes contra la humanidad, mientras que el secretario general de la UGT, Camil Ros, calificó la huelga de "éxito" y sostuvo que "si Netanyahu y Trump han acordado el alto el fuego, ha sido por la presión internacional".
En paralelo, la dirección de los Mossos d’Esquadra no precisó el número total de daños materiales, limitándose a informar que "algunos grupos han causado daños en distintos establecimientos" con piedras y objetos contundentes.
El cierre de la jornada dejó imágenes de ventanales rotos en locales de McDonald’s, Burger King y Starbucks, así como pintadas con mensajes de odio contra Israel. Según El Mundo, el daño más grave se produjo en el Burger King de la calle Tarragona y en una sucursal bancaria cercana.
Las protestas continúan sin que exista una directriz clara por parte del Gobierno de Pedro Sánchez a la hora de pedir la calma y tratar de restaurar el orden. El lunes, desde la localidad egipcia de Sharem El Sheij, el propio ministro de Exteriores dijo que el hecho de que se haya acordado un alto el fuego no significa que España vaya a dejar de exigir responsabilidades judiciales a Netanyahu por la guerra ▪