Las declaraciones ayer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que calificó a Israel como un "estado genocida" durante un discurso en el Congreso de los Diputados, han generado una inmediata condena por parte de organizaciones internacionales dedicadas a la lucha contra el antisemitismo.
La organización Combat Antisemitism Movement (CAM) expresó su firme rechazo a las palabras del mandatario español. Shannon Seban, asesora de CAM para Asuntos Europeos, afirmó que "la acusación del primer ministro Sánchez es una distorsión de la realidad y una cínica instrumentalización del lenguaje. Las palabras importan, y llamar a Israel un ‘estado genocida’ no solo es incorrecto desde el punto de vista factual, sino que también es moralmente irresponsable."
Seban subrayó además que "el Holocausto fue un genocidio" y advirtió sobre el peligro del mal uso de conceptos históricos: "La terminología puede alimentar el odio y el antisemitismo. Los funcionarios públicos deben ser precisos con su lenguaje, especialmente cuando hay tanto en juego."
La controversia se produce en un contexto de creciente tensión diplomática entre España e Israel, agravada por las posiciones políticas del Gobierno español respecto al conflicto en Gaza.
CAM, que agrupa a cientos de entidades globales, ha pedido en reiteradas ocasiones a los líderes europeos que eviten alimentar discursos que puedan traducirse en un aumento del antisemitismo en sus sociedades ▪