El Gobierno de Pedro Sánchez ha reiterado este martes su "firme y rotunda condena a los atroces atentados perpetrados por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023", en el segundo aniversario de los ataques contra Israel que costaron la vida a 1.200 personas, entre ellos dos ciudadanos españoles.
Según un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo español expresó su "solidaridad con los familiares y allegados de todas las víctimas, y muy especialmente con los de Maya Villalobo e Iván Illarramendi, los dos ciudadanos españoles asesinados ese día".
Ambos fueron identificados entre los fallecidos en los ataques masivos lanzados por Hamás desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel, una agresión que marcó el inicio de un conflicto de gran escala aún sin resolver.
Dos años después: memoria y exigencia de justicia
Al cumplirse dos años de la masacre del 7 de octubre, el comunicado subraya que el Gobierno "expresa su solidaridad con los familiares de los rehenes que aún siguen secuestrados y exige su inmediata e incondicional liberación".
El Ejecutivo español recuerda que, a día de hoy, decenas de personas continúan en cautiverio en manos de Hamás. En este contexto, el texto oficial hace referencia a las gestiones internacionales que buscan poner fin a la crisis humanitaria y liberar a los rehenes: "Hoy podemos estar cerca de su liberación, gracias a la propuesta de Estados Unidos, y urgimos a las partes a alcanzar un acuerdo".
Con estas palabras, el Gobierno se alinea con los esfuerzos diplomáticos de Washington, Doha y El Cairo para desbloquear un acuerdo que contemple un alto el fuego sostenido y un intercambio humanitario.
El comunicado subraya el dramatismo del momento actual, tras "veinticuatro meses de indescriptible sufrimiento", y considera que es "imperativo el fin de la violencia, un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el acceso masivo de ayuda humanitaria" a Gaza.
Condena al antisemitismo y compromiso con la convivencia
En uno de los pasajes más destacados del texto, el Gobierno también reafirma su compromiso con la lucha contra el odio antijudío en España.
"El Gobierno seguirá luchando con determinación contra cualquier manifestación de antisemitismo que no tiene cabida en la sociedad española", señala.
La declaración llega en un momento de creciente preocupación por el repunte del antisemitismo en Europa y en España, denunciado en los últimos meses por instituciones comunitarias y organizaciones judías.
El compromiso manifestado hoy por el Gobierno contrasta, en la práctica, con los mensajes que emanan desde círculos gubernamentales, como así también con la propia política del presidente Sánchez hacia Israel que, al menos según los parámetros de la declaración de la IHRA, estaría incurriendo en antisemitismo. Gran parte del antisemitismo que se ha propagado por España, al igual que por otros países occidentales, se desprende de una política particularmente hostil del Ejecutivo hacia Israel, aplicando en muchos casos un doble rasero en comparación con otros conflictos por el mundo.
España está considerada la punta de lanza en Europa en cuanto a políticas anti-israelíes, con decisiones que han perjudicado directa o indirectamente a ciudadanos privados israelíes y judíos que nada tienen que ver con el conflicto de Gaza, y el gobierno de Sánchez ha sido acusado de antisemitismo por el Gobierno de Israel y por organizaciones judías locales e internacionales.
La solución de dos Estados, horizonte de paz y estabilidad
El comunicado concluye con una reafirmación de la posición diplomática española sobre el conflicto israelo-palestino. "El Gobierno redobla su compromiso con la aplicación de la solución de dos Estados conviviendo en paz y seguridad, la única vía hacia la paz y estabilidad en la región", reza el texto.
Esta declaración reafirma la línea tradicional de la política exterior española, que defiende la creación de un Estado palestino junto al Estado de Israel como marco para una convivencia duradera. España sostiene que dicha solución es "la única vía viable" para alcanzar un equilibrio entre seguridad, justicia y reconocimiento mutuo ▪