El Ejecutivo y amplios sectores de la izquierda política y social en España intensifican su ofensiva institucional y simbólica contra Israel y contra actividades vinculadas a ese país. En las últimas horas, dos iniciativas distintas —una impulsada desde el Gobierno y otra desde el activismo político y social— han vuelto a la carga para situar a Israel en el ojo de la polémica pública.
La primera de ellas parte del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que ha exigido la retirada de anuncios turísticos vinculados a asentamientos israelíes; la segunda, de un manifiesto firmado por unas 150 entidades que reclama la cancelación del partido de Euroliga entre el FC Barcelona y el Maccabi Tel Aviv previsto para el próximo 6 de enero, según El Mundo y eldiario.es.
Consumo exige retirar anuncios turísticos en asentamientos
El Ministerio que dirige Pablo Bustinduy (Sumar) ha exigido a siete plataformas de alquiler vacacional la retirada inmediata de 138 anuncios de alojamientos turísticos ubicados en lo que considera "territorios palestinos ocupados". La medida es el resultado de una investigación impulsada por el propio departamento, que ha identificado decenas de anuncios correspondientes a viviendas supuestamente situadas en asentamientos israelíes.
En total, se han localizado 138 anuncios activos en siete plataformas de intermediación que operan en España, a las que el Ministerio ha remitido un primer requerimiento. En él, se advierte de la existencia de contenido ilícito y se reclama su eliminación o bloqueo inmediato. De no hacerlo, las empresas podrían enfrentarse a nuevas actuaciones administrativas.
La actuación se apoya en el Real Decreto-ley aprobado por el Gobierno para adoptar medidas urgentes "en apoyo a la población palestina". El artículo 4 de esta norma aprobada en septiembre establece que la publicidad de "bienes y servicios procedentes de asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado" constituye publicidad ilícita.
Los anuncios detectados corresponden a alojamientos situados en localidades incluidas en más de 200 códigos postales asociados a asentamientos israelíes, cuya relación fue publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado. Según el Ejecutivo, la medida busca contribuir a aliviar el sufrimiento de la población palestina y evitar actividades económicas que, a su juicio, legitimen la "ocupación".
Esta posición, añade el departamento, coincide con denuncias formuladas por diversas organizaciones de derechos humanos. En ese contexto, se recuerda que en noviembre de 2025 la Asociación de Juristas para el Respeto del Derecho Internacional (JURDI) presentó una demanda en Francia contra una conocida plataforma de alquiler turístico por anunciar propiedades en asentamientos israelíes en Cisjordania. Amnistía Internacional y otras ONG también han señalado públicamente a varias plataformas por ofrecer este tipo de alojamientos.
Presión política y social para cancelar el Barça–Maccabi
Paralelamente, cerca de 150 entidades sociales, sindicales y políticas han dado a conocer un manifiesto para exigir la cancelación del partido de baloncesto entre el FC Barcelona y el Maccabi Tel Aviv, previsto para el 6 de enero en el Palau Blaugrana. El texto ha sido impulsado por la interseccional Coalició Prou Complicitat amb Israel, según eldiario.es.
Entre los firmantes figuran organizaciones de izquierdas como la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB), LaFede.cat, el Sindicato de Inquilinas, SOS Racismo, así como los sindicatos CCOO, UGT, IAC y La Intersindical. También respaldan el manifiesto formaciones políticas como ERC, Comuns y la CUP.
Para los impulsores, el apoyo obtenido representa "un apoyo popular y político muy amplio y transversal" que, a su juicio, "evidencia un clamor" para que el encuentro no se dispute. En el texto, los firmantes denuncian el uso del deporte para "normalizar el genocidio que Israel continúa perpetrando contra el pueblo palestino".
Las organizaciones reclaman que no se permita la entrada de representantes del Estado israelí en Barcelona en el marco del partido y exigen que se adopten las medidas administrativas y políticas necesarias para impedir su celebración. También instan a las instituciones a actuar para evitar que el deporte, según afirman, "contribuya a normalizar el genocidio contra el pueblo palestino", y sostienen que "el deporte no puede ser neutral".
Los promotores del manifiesto consideran que la decisión de jugar el partido de la Euroliga a puerta cerrada constituye "un primer paso para no normalizarlo", aunque advierten de que "no soluciona el problema de fondo". Ante la celebración del encuentro, han convocado además una manifestación el 6 de enero por la tarde frente al Palau Blaugrana.
Desde la Coalició Prou Complicitat amb Israel subrayan que este respaldo se suma al posicionamiento publicado el pasado 29 de diciembre por los grupos de animación Penya Blaugrana de Bàsquet Meritxell, Sang Culé Cor Català y Dracs 1991 Supporters Palau Blaugrana. Asimismo, recuerdan la propuesta de resolución registrada recientemente en el Parlament por ERC, CUP y Comuns, que solicita explícitamente que el partido no se juegue ▪
