El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, continúa el acoso diplomático a Israel, esta vez a nivel multilateral, al anunciar que España solicitará a la ONU que la Corte de Justicia Internacional (CIJ) evalúe la legalidad del bloqueo militar a Gaza y las obligaciones de Israel para con la población palestina.
En la cumbre de la Liga Árabe, celebrada este sábado en Bagdad y a la que España acudía por primera vez, Sánchez lanzó un duro discurso -en línea con su ya bien definida política antiisraelí- en el que afirmó que la comunidad internacional debe "exigir el fin inmediato de la catástrofe humanitaria en Gaza" y anunció sus próximos pasos:
"España y Palestina estamos impulsando un nuevo proyecto de resolución en la Asamblea General de Naciones Unidas. Y en ella vamos a exigir a Israel el fin del bloqueo humanitario impuesto a Gaza y el acceso completo y sin restricciones a la asistencia humanitaria", dijo.
Además, "España va a impulsar y llevar una propuesta a la Asamblea de Naciones Unidas para que la Corte Internacional de Justicia se pronuncie sobre el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones internacionales en relación con el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza".
En su discurso ante los países árabes, Sánchez se marcó como "prioridad inmediata", el "redoblar nuestra presión sobre Israel para parar la masacre en Gaza" y hacerlo por "las vías que nos da el derecho internacional".
Israel: "Mucho ruido y pocas nueces"
La intención de España de acudir con una iniciativa a la ONU sobre la situación en Gaza para exigir el ingreso de la ayuda humanitaria no era desconocida para Israel, y aunque la proyección de trasladar el caso a la Corte Internacional de Justicia supone bajar un nuevo peldaño en la severa crisis bilateral desde finales de 2023, tampoco es "nada nuevo".
"No conocíamos la iniciativa (de España) con respecto a la Corte", reconocieron a Enfoque Judío altas fuentes israelíes, si bien restaron importancia a la iniciativa al considerar que se trata de mero autobombo por parte de Sánchez, dado que en el pasado ya hubo un intento similar.
"No hay nada nuevo aquí –recordaron-, Noruega ya presentó una propuesta idéntica en octubre de 2024", y describieron las palabras del presidente como "mucho ruido y pocas nueces", "un intento de demostrar que España se mantiene activa en este tema".
Sánchez no dará descanso
El discurso de hoy del presidente en Bagdad sigue a dos polémicas declaraciones que hizo ante el Congreso de los Diputados esta semana y la anterior. En la primera afirmó que Israel había invadido Gaza el 7 de octubre de 2023, cuando en realidad fue Hamás la que lanzó el ataque y perpetró una masacre. En la segunda, este pasado miércoles, describió por primera vez a Israel como "Estado genocida".
Tras el episodio, el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel convocó a Jerusalén, para amonestación, a la embajadora española Ana Solomon.
En cualquier caso, la iniciativa de España ante la ONU pone de manifiesto dos elementos en las relaciones bilaterales que a estas alturas han quedado claros y deben servir de advertencia a Israel.
El primero es que Sánchez, guiado por aspiraciones personalistas -sean estas políticas o ideológicas-, no dará descanso a Israel en su acoso a través de distintas vías, tanto en marcos bilaterales como multilaterales.
El segundo es su claro posicionamiento a la hora de seguir sacrificando las relaciones bilaterales para mantener su proximidad con el mundo árabe y, entre ellos, con algunos regímenes oscurantistas como Irán. Con ello, Sánchez también se desmarca de la posición central europea en cuanto al conflicto palestino-israelí, crítica pero más moderada, y adopta un extremo que hará difícil que, en el futuro, España pueda jugar algún papel en cuestiones de Oriente Medio que incluyan a Israel ▪