Desde hoy martes, y hasta el jueves, Jerusalén se convierte en el epicentro de la política y la identidad judía mundial con la celebración del 39º Congreso Mundial Sionista, el mayor encuentro de su historia. Unas 2.500 personas de 42 países participan en la convención, considerada como "el parlamento del pueblo judío", donde se debatirán cuestiones estratégicas para Israel y la Diáspora después de dos años de guerra y una ola de antisemitismo mundial sin precedentes..
El congreso reúne a activistas, líderes religiosos, influenciadores y representantes de organizaciones internacionales judías, quienes deliberarán sobre visiones contrapuestas de identidad, autoridad religiosa y políticas nacionales. Además, se tomarán decisiones sobre la asignación de más de 1.000 millones de dólares en fondos anuales distribuidos a través de la Organización Sionista Mundial, la Agencia Judía para Israel, el Fondo Nacional Judío-KKL y Keren Hayesod.
Entre los eventos más destacados del primer día, hoy martes, se encuentran tres sesiones plenarias y paneles paralelos sobre temas como progresismo y antisemitismo, Zionismo en redes sociales, y mujeres y sionismo, con la participación de expertos académicos y sobrevivientes de ataques recientes.
"Estamos preparados para asociarnos en la toma de decisiones que influirán en el sionismo y el futuro del pueblo judío", declararon los organizadores.

La estructura sionista
En el Congreso, el evento judío más importante del mundo y que fue fundado por Teodoro Herzl a finales del siglo XIX, unos 500 delegados de las distintas organizaciones y federaciones sionistas alrededor del mundo, decidirán sobre temas polémicos, como la extensión de soberanía sobre el Monte del Templo y Cisjordania, o la implementación de un servicio militar igualitario para todos los ciudadanos israelíes.
El Congreso es donde confluye las opiniones del judaísmo diaspórico con la de los israelíes, y aunque sus decisiones no son vinculantes en Israel, si constituyen una brújula moral para el Gobierno israelí en cuanto a la opinión de la diáspora en asuntos de interés conjunto.
El Congreso, que no representa a las comunidades judías sino a las filiales sionistas de cada país, sigue un sistema democrático que refleja la diversidad de pensamiento judío, con representación dividida entre Israel (38%, según el arco parlamentario de la Kneset), Estados Unidos (29%) y otros países de la Diáspora (33%). Cada país envía delegados proporcionalmente al tamaño de su comunidad y al nivel de activismo sionista local. Además, se incluyen representantes de organizaciones internacionales como Bnai Brith, Emunah, WIZO y Hadassah, algunas con derecho a voto pleno debido a su contribución histórica al movimiento sionista.
España acude a esta cita con varios representantes, aunque sólo uno de ellos, elegido hace varios meses, tiene derecho a voto en representación de la Asociación Sionista Española.

La representación de España
Según la página web del Congreso, el delegado con derecho a voto por España es este año el presidente de la Comunidad Judía de Barcelona (ex CIB), Raymond Forado, elegido en junio a través de la lista unificada "Unidos por Israel". La negociación fue posible después de una demanda antes las instancias sionistas centrales, a principios de año, que obligó a la filial española a reabrir listas y celebrar elecciones libres.
"La estructura del Congreso tiene dos tipos de delegados con voto. Uno es gente elegida por voto en las federaciones sionistas nacionales. En este caso por España, que hay un representante por votación con la coalición que hicimos, salió Raymond Forado", explicó a Enfoque Judío Wanda Teplitsky, presidenta de Masortí Europa y que acude al congreso dentro del partido Merkaz, de corte liberal.
"Después hay otro grupo de representantes con voto, pero que no es elegido en elecciones, sino que representan a distintas organizaciones judías y tienen una cantidad de representantes de acuerdo al tamaño de la organización: Hay gente de Hadasa, Wizo, Macabi, Masortí etc", agregó.
Otro representante de España es Yoav Stofenmacher, que representa al movimiento juvenil de Masortí, Noam.

Resoluciones y debates polémicos
El miércoles el Congreso se concentrará en la discusión de resoluciones y trabajo en comités especializados. Entre ellos destacan Soberanía y Fronteras, Educación y Memoria, Pluralismo, Justicia Social y Unidad Judía, Política Nacional y Social, y Combate al Antisemitismo, todos dirigidos por figuras relevantes de la sociedad y la academia, incluyendo rabinos, profesores universitarios y líderes de organizaciones judías internacionales.
La presencia de estas personalidades, junto con líderes de movimientos reformistas, conservadores y ortodoxos, busca equilibrar las decisiones más controvertidas y garantizar un debate plural.
"En un momento en que la polarización domina gran parte del discurso global, el Congreso Mundial Sionista prueba que la unidad no significa uniformidad. Judíos de todos los segmentos y puntos de vista se reúnen en Jerusalén con un propósito compartido: fortalecer el futuro de Israel y del pueblo judío. La diversidad es nuestra fuerza y nuestra voz colectiva, verdaderamente poderosa", afirmó Herbert Block, director ejecutivo de AZM, al diario The Times of Israel.
El segundo día se dedica a debates profundos en los comités, que examinan más de 24 resoluciones propuestas y 18 enmiendas a la Constitución de la Organización Sionista Mundial. Los temas incluyen justicia social, políticas nacionales, educación judía, reconstrucción de Israel tras la guerra de Gaza y lucha contra el antisemitismo.
Según fuentes consultadas por ese medio, aproximadamente un tercio de las resoluciones se consideran controversiales, con discusiones intensas sobre soberanía, igualdad de conscripción militar y creación de comisiones de investigación estatal sobre los eventos del 7 de octubre de 2023.
Aunque las decisiones del Congreso no son vinculantes para el gobierno israelí, sus resoluciones son declaraciones significativas de la voluntad democrática del pueblo judío e influyen en miembros de la Knesset. La elección de líderes para instituciones como la Organización Sionista Mundial, Keren Kayemeth LeIsrael-JNF y Keren Hayesod es considerada de gran impacto a cinco años vista, con posibles cambios en la cúpula de estas organizaciones históricamente ligadas al partido Likud.

Influencia global y perspectivas del sionismo
El Congreso Mundial Sionista refleja la complejidad de los debates políticos y culturales judíos, con facciones que representan el espectro ideológico completo, desde progresistas hasta conservadores y religiosos.
Entre los bloques ideológiocs se encuentran World Likud, Shas, Labor Zionist Movement, MERCAZ y Hadassah, entre otros. Estas uniones sionistas internacionales permiten que se negocien alianzas estratégicas y se decida quién controlará las posiciones clave en las instituciones sionistas durante el próximo quinquenio.
El 39º Congreso se celebra en un momento crítico: en la estela de la guerra de dos años con Hamas, con el regreso de los últimos rehenes y esfuerzos incipientes hacia la reconstrucción de Gaza. Sus decisiones tendrán impacto directo sobre la distribución de miles de millones de dólares, la educación judía, la identidad global del judaísmo y las relaciones entre Israel y la Diáspora.
Además, se incluyen eventos paralelos de gran interés, como ferias de negocios para reservistas que sirvieron en Gaza o sus cónyuges, y recorridos educativos por la región. The Times of Israel resalta que la participación récord de 224.000 votantes estadounidenses en las elecciones sionistas previas muestra un creciente interés por la política y la identidad judía.
El último día, jueves 30 de octubre, se prevé la sesión plenaria final y la elección del Consejo General Sionista, la institución suprema responsable de implementar las decisiones del Congreso. En esta reunión, se seleccionará la dirección de la Organización Sionista Mundial, KKL-JNF y Keren Hayesod, controlando recursos estratégicos para el desarrollo de Israel y la comunidad judía mundial.
"El Congreso representa una expresión viva de la democracia judía, mostrando que la diversidad de pensamiento y la unidad de propósito pueden coexistir en la búsqueda de un futuro compartido", subrayan los organizadores, citados por The Times of Israel. Y es que la misión del 39º Congreso es, al mismo tiempo, política, cultural y social: consolidar el sionismo contemporáneo y proyectarlo globalmente.
Con la llegada de delegados inéditos de países como Uganda, Paraguay, Ecuador, Serbia, Bielorrusia, Azerbaiyán y Kazajistán, la representación internacional amplía el alcance del Congreso y refuerza su carácter global. Con 2.500 participantes, incluyendo delegados con derecho a voto, suplentes y observadores, se espera que el 39º Congreso marque un hito histórico en la construcción del futuro del pueblo judío y la consolidación de Israel como centro del sionismo mundial. ▪
