La Comunidad Judía de Barcelona (CIB) fue sede el pasado lunes de una nueva sesión del Grupo de Trabajo Estable de Religiones (GTER), un espacio pionero de diálogo interreligioso en Cataluña que reúne desde hace dos décadas a representantes oficiales de las principales confesiones religiosas presentes en la región.
El encuentro comenzó con unas palabras de bienvenida del rabino de la CIB, Samuel Garzón, quien subrayó la importancia de la labor sostenida del GTER a favor del respeto, el diálogo y la convivencia entre comunidades religiosas. Para ilustrar el espíritu del grupo, Garzón citó el Salmo 133.1: "Mirad que es bueno y agradable que los hermanos vivan juntos en armonía", así como una enseñanza del Talmud (tratado Uktsin, capítulo 3): "El Santo, bendito sea, no encontró ningún recipiente mejor para contener la bendición".
La jornada incluyó un emotivo homenaje a Jorge Burdman, representante histórico del judaísmo en el GTER desde su fundación en 2005. Los miembros del grupo expresaron su reconocimiento por la trayectoria de Burdman, destacando su "bonhomía, su fina sabiduría judía y su compromiso con el diálogo, el respeto y la convivencia entre religiones". A lo largo de dos décadas, su figura ha sido clave en la construcción de confianza mutua y puentes entre tradiciones.
¿Qué es el GTER?
El Grupo de Trabajo Estable de Religiones fue creado en Barcelona en 2004 como una red autoconvocada de representantes oficiales de comunidades judía, musulmana, católica, ortodoxa y protestante, con el aval de sus respectivas instituciones.
Su objetivo fundacional es erradicar los prejuicios, los estereotipos y la ignorancia religiosa, promoviendo la pedagogía del respeto, la prevención de conflictos y la colaboración interreligiosa en ámbitos como la migración, los centros penitenciarios y la mediación social.

En línea con este compromiso, el GTER emitió la semana pasada una declaración de solidaridad con la comunidad musulmana de Piera, tras el incendio aparentemente provocado en la mezquita de esa localidad en la madrugada del 12 de julio, pocos días antes de su inauguración oficial.
"El GTER-Consejo Interreligioso de Cataluña se expresa en solidaridad con la comunidad musulmana de Piera y rechaza toda forma de agresión o ataque contra cualquier comunidad religiosa", señala el comunicado. "Nos adherimos al manifiesto presentado por la comunidad musulmana, compañeros y miembros del GTER. Esperamos que estos actos no se repitan. La hermandad entre religiones en Cataluña ha sido y debe seguir siendo un motivo de orgullo y un ejemplo para nuestra sociedad", añade.
La mezquita estaba por inaugurarse cuando, a las 3.36 de la madrugada del sábado 12 de julio, la policía local recibió el aviso de que el centro de culto, en la carretera del Badorc, estaba siendo devorado por las llamas. En el momento del incendio no había nadie en el local, por lo que no hubo daños personales. Las causas del suceso se desconocen por ahora, pero la consejera de Interior, Núria Parlon, señaló el lunes que "todo apunta" a que fue intencionado.
La declaración del GTER subraya que el ataque tuvo como objetivo "fracturar la convivencia y la cohesión social del municipio". El GTER expresa su "total apoyo a la comunidad afectada" y su compromiso a "colaborar activamente para restablecer la normalidad y la convivencia".
Las autoridades deben asumir responsabilidades
El grupo también exige a las autoridades que asuman su responsabilidad "identifiquen a los responsables y actúen con contundencia" y lanza una "llamada a la ciudadanía para unirse en el rechazo a estos actos y reforzar los lazos de convivencia y respeto mutuo". Por último, reitera que "todas las religiones, vividas con autenticidad, son fuentes de amor, paz y esperanza", y que se rechaza "cualquier instrumentalización religiosa para justificar el odio o la discriminación".
La reunión en la CIB, en un contexto especialmente delicado, subraya la vigencia y necesidad de espacios estables de diálogo interreligioso que actúen con responsabilidad colectiva frente al odio, refuercen los lazos de convivencia y garanticen el respeto mutuo en una sociedad plural como la catalana ▪
