Matthew Riccitello, estadounidense del Israel Premier Tech, cerró la Vuelta con un balance que combina sorpresa y satisfacción. Tras finalizar quinto en la general y conquistar el maillot blanco, el corredor compartió unas palabras con Enfoque Judío.
"Pensaba que el top 10 era posible, pero ser quinto y terminar con la maillot blanco fue un escenario perfecto; estoy contento con cómo fue", resumió al destacar que el resultado superó lo que imaginaba al inicio de la competencia.
Riccitello insistió en que no llegó con expectativas desmesuradas, pero sí con la convicción de que podía estar a la altura del desafío. "No diría que lo esperaba; pensaba que era posible, pero quinto es quizá mejor de lo que esperaba", señaló. El podio de la general quedó fuera de su alcance, pero el balance personal fue el de una actuación sólida y consistente a lo largo de las etapas. Al podio llegó en la categoría joven: 1er. puesto y maillot blanco, desde la penúltima jornada.
Para explicar su rendimiento, el joven ciclista subrayó la importancia de la concentración diaria y de no distraerse con factores externos.
"Me enfoqué en controlar lo que puedo controlar y competir cada día, como en los últimos cinco o seis años; no quise pensar demasiado en lo que estaba fuera de mi control", dijo. Según su testimonio, mantuvo su rutina habitual para sostener la regularidad, elemento que considera clave para llegar con opciones hasta el final.
Enfoque en lo controlable
El corredor también se refirió a situaciones que afectaron a toda la Vuelta, sin particularizar. Afirmó que cada equipo debió adaptarse sobre la marcha y que las manifestaciones afectaron a todos los equipos, y no sólo al Israel Premier Tech.
"Fue algo con lo que todos los equipos tuvieron que lidiar; no sentí que el nuestro fuera atacado más que otros", expresó, encuadrando el contexto como parte de la dinámica propia de una gran vuelta y del desgaste que se acumula con el paso de los días.
La combinación de regularidad, enfoque y capacidad de adaptación marcó el tono de su participación. En sus palabras, la prioridad fue competir bien cada jornada, conservar la calma y sostener el plan del equipo, una estrategia que, según su balance, rindió frutos con el resultado final y el reconocimiento al mejor joven.
Próximos pasos: descanso y balance
Con la competencia ya concluida, Riccitello mira hacia adelante con una meta inmediata: la temporada baja. "Se acerca mi temporada baja; estoy deseando descansar un poco. Han sido dos semanas largas", afirmó. Tras un cierre exigente, el estadounidense prefiere ahora una pausa para recuperar energías antes de planificar objetivos futuros. Su testimonio deja un cierre nítido: satisfacción por el camino recorrido, conciencia de los límites y un agradecimiento implícito a quienes lo acompañaron durante la Vuelta ▪