El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se refirió por primera vez a Israel como un "estado genocida", en respuesta a una intervención del portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, que criticó duramente la política exterior y social del Ejecutivo.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Rufián recriminó hoy al presidente su actitud frente a diferentes cuestiones, entre ellas, los acuerdos en materia de defensa de España con Israel.
"De momento lo que hacen es repartirse los jueces con la derecha, comerciar con un Estado genocida como Israel, frenar la ley de vivienda con la derecha catalana, dejar que se carguen la reducción de la jornada laboral… Y ustedes no van a hacer nada. ¿Qué van a hacer? ¿Qué van a hacer?", le increpó textualmente el diputado catalán.
En su réplica, Sánchez no evitó el término "genocida" y afirmó: "También le puntualizo una cosa, señor Rufián. Nosotros no comerciamos con un estado genocida. No lo hacemos, señoría".
El jefe del Ejecutivo asumía así por primera vez de forma explícita esa caracterización de Israel, típica de la extrema izquierda de Sumar y Podemos, e incluso de alguno que otro de sus ministros socialistas. Antes que él, lo había dicho la titular de Defensa, Margarita Robles.
Sánchez acusaba así a Israel del mayor crimen de los crímenes sin siquiera tener una resolución judicial internacional al respecto y siguiendo la línea más extrema de su Gobierno. Hace unos días, también deformando los hechos, incluso afirmó ante el Congreso que "el 7 de octubre Israel invadió Gaza", cuando en realidad fue Hamás el que invadió Israel y perpetró una masacre. El Tzáhal sólo entró en Gaza tres semanas después.
La declaración se produce tras más de un año de constante acoso de España a Israel en foros internacionales, a nivel bilateral y multilateral, que le han valido a Sánchez las felicitaciones de todo tipo de organizaciones terroristas y regímenes como el de Irán.
El presidente del Gobierno ha estado sujeto las últimas dos semanas a las críticas de izquierda tras conocerse el alcance de cooperación en defensa entre los dos países, que según medios locales alcanzarían los 1.000 millones de euros. En ese sentido, Sánchez defendió que España no vende ni compra armamento letal a Israel -pidió "ser precisos y concretos" respecto a los contratos- pero reconoció que España tenía una cierta "dependencia tecnológica" de Israel y su Gobierno ha firmado contratos en tres categorías, una de ellas la transferencia tecnológica a empresas españolas para fabricar armas avanzadas como misiles ▪