El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha expresado su apoyo a la iniciativa del grupo municipal del Partido Popular para dedicar una calle o plaza de la ciudad al recuerdo del Holocausto. La propuesta, presentada por el concejal popular Daniel Sirera, pretende conmemorar el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz Birkenau, con un gesto simbólico que refuerce el compromiso de la ciudad con la memoria histórica y los derechos humanos.

Según La Vanguardia, la iniciativa consiste en rebautizar un vial con el nombre de Yad Vashem, en referencia al centro mundial de conmemoración del Holocausto situado en Jerusalén. El alcalde Collboni ha trasladado la propuesta del PP a la Ponencia del Nomenclátor de las calles de Barcelona, "el órgano municipal encargado de gestionar estos asuntos, para que la valoren y puedan tomar una decisión".

Una propuesta en sintonía con la memoria y los derechos humanos

En una carta remitida al concejal Sirera, el alcalde subrayó que la iniciativa "se encuentra en sintonía con la voluntad de nuestra ciudad de promover la paz y de consolidarse como capital de referencia en la defensa de los derechos humanos". Collboni considera que la propuesta encaja con la línea de trabajo que el consistorio ha mantenido en los últimos años para promover la memoria democrática y la convivencia intercultural.

Por su parte, Daniel Sirera destacó que la idea no solo busca un reconocimiento simbólico, sino también reforzar la imagen de Barcelona como ciudad de respeto y tolerancia. "Yad Vashem no solo es un nombre, sino también un símbolo de nuestra responsabilidad compartida para combatir el aumento de odio e intolerancia", afirmó el concejal popular.

Barcelona, pionera en Europa

De prosperar la propuesta, Barcelona sería la primera ciudad de Europa y la segunda del mundo, después de Nueva York, en dedicar un espacio urbano al memorial Yad Vashem. Sirera sugiere que la calle o plaza elegida se ubique en las inmediaciones del Call, el antiguo barrio judío de la ciudad, situado en el Gòtic.

El concejal sostiene que esa ubicación tendría un valor histórico especial, al conectar el presente con el legado judío que aún pervive en la memoria urbana de Barcelona. "Esta iniciativa daría visibilidad a Barcelona como una ciudad de paz y respeto", añadió Sirera.

La propuesta se encuentra ahora en manos de la Ponencia del Nomenclátor, que deberá evaluar su viabilidad antes de emitir una resolución definitiva. Mientras tanto, el respaldo del alcalde Collboni marca un paso relevante hacia la integración de la memoria del Holocausto en el espacio público barcelonés, en un contexto internacional donde crece la preocupación por el resurgimiento del antisemitismo y la banalización histórica  ▪