El historiador económico de Haifa, Joel Mokyr, de nacionalidad israelí-estadounidense, comparte el galardón con el también judío Philippe Aghion, de Francia, y el estadounidense Peter Howitt por su investigación sobre la innovación como motor del crecimiento económico sostenible.
El Premio Nobel de Economía 2025 fue otorgado al israelí-estadounidense Joel Mokyr, de 79 años, profesor de la Universidad Northwestern (EE.UU.), junto con Philippe Aghion (INSEAD, Francia) y Peter Howitt (Universidad Brown, EE.UU.), por "su trabajo pionero al explicar cómo la innovación impulsa el crecimiento económico a largo plazo", según un comunicado de la Academia Real de Ciencias de Suecia.
El fallo destacó que la investigación conjunta de los tres galardonados "conecta historia, teoría y política, iluminando cómo las ideas y el progreso tecnológico moldean la prosperidad durante siglos". El jurado subrayó que los premiados proporcionaron un marco que "demuestra por qué la innovación es el verdadero motor del progreso y cómo las sociedades pueden fomentarla de forma responsable".
La semana pasada se dio a conocer que el Premio de Literatura recayó en el húngaro László Krasznahorkai, de padre judío y quien sólo a los once años le había revelado el origen de la familia, según contó él mismo en una entrevista hace varios años.
De Leiden a Haifa, y de allí al mundo académico
Joel Mokyr nació en Leiden (Países Bajos), en el seno de una familia judía holandesa que sobrevivió a la Shoá. Su padre, funcionario público, falleció de cáncer cuando él tenía apenas un año, y poco después su madre emigró con él a Israel, donde lo crió en Haifa.
Comenzó sus estudios universitarios en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde obtuvo su licenciatura en Economía e Historia en 1968. Posteriormente cursó un máster y un doctorado en Economía en la Universidad de Yale, con una tesis sobre el crecimiento industrial y el estancamiento en los Países Bajos entre 1800 y 1850.
Tras un breve período como docente en Yale, Mokyr se incorporó al profesorado de Northwestern University en 1974, donde continúa ejerciendo. Desde 2001, también es investigador asociado del Instituto Eitan Berglas de Economía en la Universidad de Tel Aviv. A lo largo de su carrera ha dirigido o co-dirigido más de cincuenta tesis doctorales.
El comité del Nobel otorgó a Mokyr la mitad del premio, "por haber identificado las condiciones previas para un crecimiento sostenido mediante el progreso tecnológico". Sus estudios demostraron cómo la cultura, el conocimiento y las instituciones crean un terreno fértil para la innovación. Su obra conecta la Revolución Industrial con el desarrollo de ideas que trascienden generaciones y destaca que "las sociedades prosperan cuando la curiosidad y la experimentación son recompensadas".
La teoría del "destrucción creativa"
La otra mitad del galardón fue compartida entre Philippe Aghion, nacido en el seno de una familia judía francés, y Peter Howitt, reconocidos por su "teoría schumpeteriana del crecimiento", que transformó la comprensión de las economías modernas al modelizar cómo la innovación reemplaza de manera constante tecnologías y empresas antiguas por otras nuevas.
"Este proceso dinámico, conocido como destrucción creativa, no solo impulsa la productividad, sino que también resalta la importancia de la educación, la competencia y la inversión en investigación para mantener el impulso del crecimiento", explicó el comité.
Aghion nació en París en 1956, hijo de Raymond Aghion y de Gaby Aghion, reconocida diseñadora de moda francesa y fundadora de la casa Chloé. Gaby había nacido en Alejandría, en el seno de una familia judía sefardí francófila, y es recordada como la creadora del concepto de prêt-à-porter, que transformó la moda femenina del siglo XX.
En palabras de John Hassler, presidente del Comité del Nobel de Ciencias Económicas, "el trabajo de los galardonados demuestra que el crecimiento económico no puede darse por sentado: debemos sostener los mecanismos que sustentan la destrucción creativa para no caer en el estancamiento".
Las aportaciones conjuntas de Mokyr, Aghion y Howitt han influido en debates contemporáneos sobre desigualdad, política industrial y desarrollo sostenible, temas que siguen siendo centrales para el futuro de las economías avanzadas y emergentes.
Orgullo académico en Israel
La noticia del premio fue recibida con entusiasmo en el ámbito universitario israelí. El profesor Amal Jamal, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Tel Aviv, declaró a medios locales que "en este día histórico estamos orgullosos de felicitar a nuestro colega, el profesor Joel Mokyr. Su logro es un gran honor para nosotros y una prueba más del prestigio de la investigación israelí en el mundo".
Por su parte, el profesor Nitai Katz-Bergman, director de la Escuela de Economía de la misma universidad, dijo que "Mokyr enseña como docente invitado desde hace muchos años. Es un investigador de renombre mundial que ha contribuido enormemente al estudio de la economía del crecimiento, y este es un día muy feliz para todos nosotros".
Desde Northwestern University, colegas y estudiantes también celebraron el reconocimiento al que consideran uno de los más influyentes historiadores económicos de las últimas décadas. Mokyr ha dedicado su trayectoria a explorar las raíces intelectuales y culturales de la innovación tecnológica, y su influencia se extiende tanto a la historia económica como a la teoría del desarrollo.
El reconocimiento a Mokyr confirma una vez más la proyección internacional de la investigación económica israelí, capaz de conectar el pasado con los desafíos del futuro. En palabras de sus colegas, su trabajo es "una celebración de las ideas que siguen dando forma a nuestro mundo" ▪