La enviada especial de Israel para Comercio e Innovación, Fleur Hassan-Nahoum, participó este jueves en un acto en la Comunidad Judía de Marbella, en el que defendió la importancia de una estrategia comunicacional global para el Estado de Israel, particularmente frente al auge del antisemitismo contemporáneo.
"Nosotros no tenemos una estrategia de comunicación. Y eso es uno de los mayores problemas de nuestro país", dijo la popular conferencista israelí ante un grupo de unas 80 personas, reunido en un acto organizado en la sinagoga de Bet El.
Allí presentó "Nunca más es ahora: Antisemitismo hoy" (Ed. Nagrela, 2025), en el que ella ha escrito el prólogo de un libro que completan una docena de autores conocidos.
"Dejamos que otros cuenten nuestra historia"
Hassan-Nahoum, ex vicealcaldesa de Jerusalén hasta el año pasado y una demandada voz internacional en defensa de Israel, añadió que Israel ha fallado en explicar al mundo los motivos por los que lucha: "No contamos nuestras historias; dejamos que otros lo hagan por nosotros".
Lo dijo en respuesta a la pregunta de uno de los participantes sobre cómo enfrentar el discurso hostil en redes y medios.
La charla giró en torno al antisemitismo actual y la narrativa que lo perpetúa. Fue presentada por Patricia Nahmad, presidenta de la Asociación Amigos de la Universidad de Tel Aviv en España, y contó con la bienvenida del presidente de la comunidad marbellí, Martín Nathan.

"Hoy se odia a los judíos porque tienen poder"
En su conferencia, Hassan-Nahoum, originalmente de Gibraltar, abordó la transformación del antisemitismo clásico en sus formas modernas y explicó que "hoy se odia a los judíos no porque son pobres y miserables, sino porque tienen poder y éxito". En ese sentido, afirmó que el antisemitismo contemporáneo ha evolucionado: "Ahora no se odia al judío religioso, sino al judío con éxito. Y sobre todo, al Estado judío".
En ese sentido, la ex vicealcaldesa apuntó directamente contra la demonización del Estado de Israel como una forma actual de odio antijudío: "El antisemitismo moderno se expresa como antisionismo. Cuando niegas el derecho de Israel a existir, estás diciendo que el único pueblo que no tiene derecho a la autodeterminación es el pueblo judío".
Subrayó que Israel representa un desafío para quienes quieren mantener a los judíos en una posición vulnerable: "No quieren vernos fuertes, quieren vernos víctimas". Y añadió: "Durante siglos, Europa tuvo al judío como chivo expiatorio. Ahora, el Estado judío cumple ese mismo rol".

El papel de las comunidades judías en el exterior
Hassan-Nahoum también animó a las comunidades judías de la diáspora a asumir un papel activo en la defensa de Israel y en el combate al antisemitismo.
"Cada comunidad judía tiene que tener una estrategia de relaciones públicas. Cada comunidad necesita tener voz", recalcó. A su juicio, la conexión con Israel no debe limitarse a la solidaridad emocional: "Cuando Israel está en guerra, cada judío también está en guerra. Y no solo en el plano físico, sino en el mediático, en el ideológico".
Recordó que desde el 7 de octubre el nivel de odio antijudío ha aumentado exponencialmente, especialmente en Europa. "Esto no empezó con la guerra. Esto viene de antes. Pero la guerra ha desatado todo lo que estaba latente". Y concluyó que "no hay ninguna justificación para lo que está pasando. La empatía con los judíos desapareció".
Durante la charla, también abordó su experiencia personal como hija de un exministro principal sefardí-británico y madre de soldados israelíes: "Mis hijos están en el ejército. No solo hablamos desde la política, también desde lo personal".
Finalmente, dejó un mensaje directo para las nuevas generaciones: "Necesitamos jóvenes que hablen, que no tengan miedo, que sepan quiénes son y de dónde vienen".

Una voz que busca resonar más allá de Jerusalén
El libro "Nunca más es ahora: Antisemitismo hoy", del cual Hassan-Nahoum escribió el prólogo, busca "romper la indiferencia" y "hacer sonar la alarma" sobre un fenómeno que considera global. "No es solo un problema de los judíos. Es un problema de la democracia, de las libertades", sentenció.
La enviada especial reconoció la dificultad de ganar batallas en el terreno narrativo porque, "aunque digamos la verdad, no nos escuchan". Pero eso "no nos exime de decirla" una y otra vez. E instó a los presentes a no caer en la resignación: "No podemos normalizar el odio. No podemos callarnos más".
Y se mostró particularmente crítica con su propio país, Israel, y hasta el gobierno israelí, por su nula estrategia de comunicación, explicando que la mayoría de los israelíes no conocen el antisemitismo porque en Israel no se ven como una minoría y solo les importa ganar en el terreno militar.
No entienden, abundó, que el resto de los judíos del mundo sí son una minoría en sus países y que la falta de estrategia en la guerra de la comunicación produce antisemitismo, boicots, que al final llegará a Israel. En particular preciso la falta de "una estrategia activa" de las embajadas a la hora de coordinar recursos e información para la batalla de la "hasbará" (diplomacia pública) ▪
