Las comunidades judías ortodoxas, reunidas en la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), rindieron el pasado 25 de febrero un homenaje al rabino Moshé Bendahán, quien deja su puesto al frente de la Comisión Rabínica de la Comunidad Judía de Madrid (CJM) después de 39 años de dedicado servicio a la comunidad, de ellos unos 33 como rabino principal y 22 de ellos, también, como presidente del Consejo Superior Rabínico de España.

"El motivo de este encuentro es rendir un merecido homenaje a la figura del Rab Moshé Bendahán. Ha destacado por su dedicación y generosidad, siempre disponible para atender cualquier consulta, para resolver problemas, y siempre con el mejor de los talantes", dijo de él el presidente de la FCJE, David Obadía, al afirmar que "seguirá contactando" con él para cualquier "consejo y ayuda futura".

"Ha demostrado ser un hombre de paz, que ha actuado buscando la mejor manera de tratar los asuntos religiosos o de cashrut (normas de alimentación judías), sin ‘majloket’ (discusiones), siempre buscando el bien de todos (..) Todo lo hizo desde la absoluta generosidad, todo de forma altruista y desinteresada", agregó Obadia sobre su contribución a la Federación, por lo que habló de "un antes y un después" a la misión desempeñada por Bendahán.

Seis presidentes

Y es que el gran rabino comenzó su andadura como guía espiritual en España en 1986, habiendo representado a la Comunidad Judía de Madrid y, después, también a la FCJE, en incontables actos oficiales internos y externos, entre ellos las conmemoraciones por el Día del Holocausto en el Senado.

Durante su trayectoria rabínica estuvo involucrado en el desarrollo de la vida judía en España en todos los aspectos relacionados con la religión, desde las ceremonias rituales hasta la histórica constitución de un "Bet Din" (Tribunal rabínico) nacional, del que ha formado parte durante dos décadas. Bendahán hasta bromeó en el acto sobre la razón por la que lo eligieron inicialmente: "No había muchos candidatos, no es tanto merito mío".

Y en su discurso recordó que había trabajado con los seis presidentes de la Federación, elaborando todos los proyectos importantes que había afrontado con cada uno de ellos.  Sólo lamentó que el proyecto iniciado en 2021 para que las comunidades judías dispusieran de un único sello de "Cashrut" a nivel nacional sólo durase año y medio: "Pese a todos los esfuerzos que hicimos fue difícil llevarlo a cabo porque faltaba equipo y tampoco tuvimos el apoyo, solo (las comunidades) de Madrid y Málaga se unieron".

Aplausos de pie

Su fructífera labor también ha tocado el diálogo interreligioso y, durante 15 años, formó parte de la mesa de conversaciones de la FCJE con la Conferencia Episcopal. También fue una de las imágenes más representativas y visibles del judaísmo en España ante los medios de comunicación.

El "gran rabino de España", como muchos lo conocen, fue además un puente crucial para el establecimiento de un estrecho vínculo con las autoridades religiosas de Israel, principalmente el Rabinato.

En el acto estuvieron presentes rabinos y exrabinos de diferentes comunidades de España, así como presidentes y expresidentes, directivos comunitarios, amigos y colaboradores de estas casi cuatro décadas y miembros del Bet Din Europa, del que actualmente depende el Bet Din de España.

Los aplausos de pie por parte del público ejemplificaban el grado de apreciación y reconocimiento del que disfruta Bendahán, que deja una huella indeleble entre las comunidades tradicionales.

¿Distanciamiento de los "otros" judíos?

Frente a la casi devoción que sienten por él en la comunidad ortodoxa española, la más antigua y numerosa, y el profundo respeto por su figura y liderazgo en numerosas instituciones públicas de España, Israel y de otros países, el sinsabor de muchos judíos inmigrantes de Latinoamérica que encontraron en él un cerrojo a su ingreso en la vida comunitaria. Muchas veces avalado por las leyes ortodoxas que rigen la CJM, otras veces –dicen- que no tanto, lo cierto es que su gestión genera cierto recelo en algunos círculos judíos de la ciudad. 

"Tuvo una dedicación extrema a su comunidad y al judaísmo en España, pero no la grandeza que se espera de un Gran Rabino nacional, y esto tiene que ver con el acercamiento a las otras comunidades judías. Tiene que ver con generosidad, apertura, integración, entendimiento y acercamiento, y si hubiera que poner un lunar en su tarea, podría ser el de no ‘ver’ a sus hermanos judíos no-ortodoxos", manifestó a Enfoque Judío una conocida personalidad del movimiento "masortí", la segunda comunidad judía más grande de Madrid.

Muchas de estas discrepancias tienen que ver con el reconocimiento del judaísmo masortí y reformista, que contrasta, además, con la labor constructiva que Bendahán desarrolló en el diálogo con la Iglesia católica. Para otras fuentes consultadas, el distanciamiento "no se debió tanto a una cuestión personal sino a limitaciones institucionales impuestas"▪