El Gobierno de Israel aprobó un amplio plan para promover la inmigración de la comunidad Bnei Menashé, originaria de los estados indios de Manipur y Mizoram, antes de 2030. La decisión, impulsada por el primer ministro Biniamín Netanyahu y el ministro de Absorción e Inmigración Ofir Sofer, marca un paso decisivo para reunir en Israel a todas las familias del grupo, parte de las cuales ya residen en el país.
"1.200 miembros de la comunidad inmigrarán antes de finales de 2026 y hacia 2030 se completará la llegada hasta unos 5.800 inmigrantes adicionales", indicó el Gobierno.
La medida también prevé la instalación de los recién llegados en Nof HaGalil y otras ciudades del norte, en el marco de un proceso de absorción coordinado entre distintos ministerios y organismos estatales.

¿Quiénes son los Benei Menashé?
Los Bnei Menashé, conocidos en India como Shinlung, son una comunidad que se identifica como judía en la zona fronteriza entre India y Myanmar. Está compuesta por varios grupos de origen tibeto-birmano y, según su tradición, desciende de uno de los Diez Tribus Perdidas de Israel, al menos según un relato transmitido entre los Hmar sobre un ancestro llamado Manmasi. Parte de la comunidad adoptó prácticas judías y pasó por procesos de conversión religiosa. En conjunto, la comunidad cuenta con unas 10.000 personas.
El movimiento identitario de los Bnei Menashé comenzó en 1951, cuando un líder tribal afirmó haber tenido un sueño en el que se le revelaba que la antigua patria de su pueblo era la Tierra de Israel. A partir de entonces, algunos miembros de las tribus empezaron a identificarse como judíos. Antes de este despertar religioso y cultural, la mayoría de la comunidad profesaba el cristianismo. Entre los grupos étnicos que integran a los Bnei Menashé se encuentran los Chin, Kuki y Mizo.
A finales del siglo XX, el rabino israelí Eliyahu Avichail, fundador de la organización Amishav, les otorgó el nombre de Bnei Menashé, apoyando su tradición de descendencia de la antigua tribu de Menashé.
Entre 2003 y 2004 se realizaron pruebas genéticas a varios centenares de hombres de la comunidad, sin obtener evidencias concluyentes de un origen en Oriente Medio. En 2005, un estudio llevado a cabo en Calcuta encontró indicios de ascendencia materna de la región de Oriente Próximo, aunque los investigadores señalaron que estos resultados podían explicarse por milenios de matrimonios mixtos entre pueblos del Cercano Oriente y del Medio Oriente.
En un principio, se pensaba que los Benei Menashé podrían ser millones de personas, pero la decisión del Gobierno israelí habla de cifras mucho más pequeñas.

Una decisión gubernamental de gran alcance
El comunicado oficial detalla que el movimiento tiene como objetivo traer a la totalidad de la comunidad Bnei Menashé a Israel, además de reunificar a las familias cuyos integrantes ya viven en el país desde hace años. La iniciativa llega en un momento complejo, marcado por tensiones étnicas en las regiones del noreste de India donde reside este grupo.
El Gobierno confirmó que "hasta finales de 2026 inmigrarán a Israel unos 1.200 miembros de la comunidad, con un coste aproximado de 90 millones de shekels que incluye su llegada, el proceso de conversión, vivienda en centros de absorción, cesta de integración, aprendizaje de hebreo y su incorporación al sistema educativo y al mercado laboral". Agrega que, en una segunda fase, "hasta 2030 se completará la llegada de unos 4.600 miembros adicionales".
La resolución gubernamental subraya que este esfuerzo permitirá culminar la aliyá de toda la comunidad Bnei Menashé, cuyos primeros miembros comenzaron a llegar hace más de dos décadas. Hasta hoy, alrededor de 4.000 personas habían inmigrado al país bajo decisiones de Gobiernos anteriores.

Un proceso estructurado y con amplia coordinación institucional
Conforme a la Decisión 2442 de 2007 —que regula la entrada a Israel de grupos destinados a procesos de conversión y naturalización—, una primera delegación viajará a India en el plazo de una semana. Participarán en ella representantes del Rabinato Principal, la Autoridad de Conversión, el Ministerio de Absorción e Inmigración, la Autoridad de Población e Inmigración, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Agencia Judía. Su responsabilidad inicial será evaluar la elegibilidad de los candidatos.
Una vez aprobadas las listas por el rabino principal de Israel y presidente del Gran Tribunal Rabínico, los inmigrantes accederán al país con visado A/5. También se detalla que los nuevos residentes se establecerán en el norte de Israel, dentro de un proceso de absorción más amplio en coordinación con el ministro Zeev Elkin, responsable de la Autoridad para la Rehabilitación del Norte.
La iniciativa cuenta además con la participación de los ministerios de Finanzas, Asuntos Exteriores, Justicia, Construcción y Vivienda, Energía e Infraestructuras, Cultura y Deportes, Ciencia, Medio Ambiente y Diáspora, informaron medios locales en Israel.
Identidad, memoria y una aspiración de siglos
La tribu bíblica de Menashé es una de los diez tribus perdidas de Israel tras el primer exilio, cuando el Imperio Asirio conquistó el reino de Israel hace más de 2.700 años. Hasta la fecha, unas 5.500 personas de la comunidad han efectuado su aliyá, muchas de ellas con el apoyo de la organización Shavei Israel.
Netanyahu celebró "esta importante y sionista decisión adoptada por el Gobierno, que traerá una nueva ola de inmigración de la comunidad Bnei Menashé a la tierra de Israel", afirmó. Añadió que los nuevos inmigrantes se instalarán en el norte del país dentro de la estrategia gubernamental para fortalecer el desarrollo del norte y la Galilea. También expresó su agradecimiento a los responsables municipales y ministeriales que colaboran en este esfuerzo. "Seguiremos actuando para unir a las comunidades y garantizar su exitosa integración en Israel", dijo.
"Una decisión de valor" y un esfuerzo interministerial
El ministro de Absorción e Inmigración, Ofir Sofer, destacó por su parte que se trata de "una decisión de gran valor" que se suma a la creciente llegada de nuevos inmigrantes de diversas diásporas durante los últimos dos años, un proceso que, según dijo, refuerza la resiliencia y la renovación del Estado de Israel.
Para el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, la consideró "una importante decisión sionista que vuelve a conectar corazones y familias", que representará la unificación de hermanos que han mantenido viva su aspiración a Sion durante generaciones. Asimismo, destacó que su reubicación en el norte del país fortalecerá la presencia israelí en la región y contribuirá al futuro del país ▪
