La flotilla Global Sumud, que había partido este domingo hacia Gaza, se ha visto obligada a regresar al puerto de Barcelona debido a las malas condiciones meteorológicas en el Mediterráneo. Entre las embarcaciones que dieron media vuelta se encontraban la de la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, la activista Greta Thunberg y el concejal de Esquerra Republicana, Jordi Coronas. Todos ellos llegaron de nuevo a puerto alrededor de las nueve de la noche del domingo.
Según medios locales, los integrantes de la Flotilla estudian ahora la posibilidad de zarpar nuevamente este lunes por la tarde. La decisión dependerá de cómo evolucione el temporal que afectó al litoral catalán.
En Israel, el primer ministro Biniamín Netanyahu estudió este fin de semana, en formato reducido con los organismos de seguridad, las vías para afrontar esta nueva flotilla sin escándalos diplomáticos, y con el trasfondo de unas declaraciones del ministro de Seguridad Interior, Itamar Ben Gvir, para que los activistas detenidos sean encarcelados como "terroristas" y sus embarcaciones expropiadas para la Policía.
Una "parada técnica" forzada por el temporal
La organización Global Sumud Flotilla explicó que la vuelta a Barcelona respondió únicamente a motivos de seguridad. "Debido a las condiciones meteorológicas peligrosas, realizamos una prueba de mar y luego regresamos a puerto para dejar pasar la tormenta", informó la emisora RAC1.
"Esto implicó retrasar nuestra salida para evitar complicaciones con las embarcaciones más pequeñas", añadieron los portavoces. El temporal, con vientos superiores a los 30 nudos, dificultaba la navegación y comprometía la seguridad de los tripulantes. "Ante vientos de más de 30 nudos y la imprevisibilidad del Mediterráneo, tomamos esta decisión para priorizar la seguridad y el bienestar de todos los participantes y garantizar el éxito de nuestra misión", subrayaron.
La treintena de barcos que forman parte de esta expedición tenía como primera escala Túnez, a donde estaba previsto llegar el 4 de septiembre. Sin embargo, el retraso de al menos un día ha obligado a replantear la hoja de ruta inicial.
Ovación en la salida y regreso inesperado
El domingo, hacia las tres de la tarde, la flotilla partió de Barcelona entre aplausos de una multitud congregada en el puerto para despedir a los tripulantes. La expectación fue notable, especialmente por la presencia de figuras públicas como Ada Colau y Greta Thunberg. La travesía debía prolongarse durante varias horas rumbo al Mediterráneo occidental, pero el empeoramiento del mar cambió drásticamente los planes.
La vuelta a puerto se produjo de manera ordenada y sin incidentes graves. Todas las embarcaciones, incluidas las de menor tamaño, arribaron bien entrada la noche del domingo. Para la organización, este contratiempo supone un contratiempo logístico, aunque insisten en que el objetivo de la misión sigue intacto.
El plan contempla que dos decenas de barcos adicionales se unan en las costas de Italia y Túnez en los próximos días. El retraso por el temporal obligará a reajustar las fechas, pero la organización confía en retomar la travesía lo antes posible.
La flotilla está integrada por una treintena de embarcaciones de distinto tamaño, algunas de ellas de pequeñas dimensiones, lo que explica la especial precaución ante los temporales mediterráneos. El itinerario prevé sumar nuevas embarcaciones en Italia y Túnez, con el fin de reforzar la expedición antes de su aproximación a las aguas próximas a Gaza.
Expectativas para las próximas horas
Pese al revés meteorológico, la intención de la organización es zarpar nuevamente a primera hora de la tarde de este lunes. La confirmación dependerá del estado del mar y de las previsiones meteorológicas. "Hemos aprovechado esta parada técnica para realizar ajustes finales en las embarcaciones y reforzar las condiciones de seguridad antes de retomar el viaje", informaron los medios ▪