El documental Los 107: la Inquisición en llamas, emitido este diciembre por Canal Sur, aborda uno de los episodios más violentos del Tribunal del Santo Oficio: la ejecución en la hoguera de 107 hombres y mujeres acusados de judaizar en la Córdoba de comienzos del siglo XVI. Según la propia cadena, la obra "reconstruye aspectos históricos de la mayor matanza de judaizantes documentada en la historia de España" y propone una mirada divulgativa centrada en las víctimas y en el funcionamiento del aparato inquisitorial.
Desde su planteamiento, el documental se presenta como una obra más relevante por su narrativa crítica que por su aporte científico o académico. El punto de partida es la supuesta relación entre una joven londinense, Zita Abreu, hija de un exdiplomático venezolano, y algunas de las personas ejecutadas en 1504. Esta conexión, que no llega a demostrarse de manera concluyente, sirve como hilo conductor para reconstruir una historia marcada por la violencia, el miedo y la represión.
Producido por ADM con la participación de Canal Sur Radio y Televisión, el largometraje tiene una duración de 55 minutos y está dirigido por Rocío Vicente y Fernando G. Haldón, con guion de Daniel Gamero. A través de testimonios de especialistas y de un recorrido por los escenarios históricos de Córdoba y Lucena, Los 107 construye un relato que interpela directamente al espectador y lo sitúa ante uno de los capítulos más extremos de la Inquisición española.
Una investigación que prioriza el relato
El documental se articula en torno al viaje de Zita Abreu desde Londres hasta la capital andaluza para indagar sobre sus posibles antepasados. Acompañada por un equipo de investigadores y por el historiador Gonzalo J. Herreros, la joven recorre archivos, espacios urbanos y lugares emblemáticos vinculados a la represión inquisitorial.
La narración conduce al espectador por la Judería cordobesa y por el Alcázar de los Reyes Cristianos, donde se recrean los interrogatorios llevados a cabo por el Tribunal de la Inquisición. Según el documental, estos espacios "fueron testigos de los interrogatorios y torturas por parte del Tribunal de la Inquisición a los acusados de herejía". El uso de estos escenarios aporta un fuerte componente visual y emocional al relato, reforzando su dimensión memorial.
A lo largo del metraje, historiadores y expertos contextualizan los hechos de 1504, explicando cómo los miembros de la comunidad judeoconversa local fueron injustamente acusados de herejía, sometidos a procesos judiciales y finalmente ejecutados en la hoguera. El documental insiste en el clima de vigilancia constante, terror y delación que marcó a la población señalada por el Santo Oficio.
Sin embargo, el peso del relato recae menos en la demostración académica y más en la construcción de una historia comprensible y cercana. El propio uso del viaje personal de Abreu funciona como un recurso narrativo que busca personalizar una tragedia colectiva, aun cuando desde el inicio se sugiere la dificultad de que las pruebas genéticas puedan establecer un vínculo directo con las víctimas de 1504.
Diego Lucero, el inquisidor y los intereses del Santo Oficio
Uno de los ejes centrales del documental es la figura de Diego Lucero, el inquisidor responsable de la hoguera que acabó con la vida de 107 personas. La obra lo describe como "un auténtico verdugo" y lo sitúa en el centro de una maquinaria represiva cuyas consecuencias fueron devastadoras para la comunidad judeoconversa cordobesa, que ya había comenzado su integración en la sociedad de la ciudad como cristianos nuevos.
Los especialistas participantes explican el contexto político, social y religioso de la época, y presentan la matanza de 1504 como la hoguera inquisitorial más mortífera documentada en España. A través de esta reconstrucción, el documental deja abierta de manera explícita la idea de que la Inquisición actuó movida más por intereses propios que por el objetivo para el que había sido creada: la defensa de la fe cristiana.
En este sentido, Los 107 respalda, desde su narrativa, una lectura que conecta con la teoría del historiador Benzion Netanyahu (1910-2012), según la cual la Inquisición fue en gran medida el resultado de una lucha de clases más que de un problema real de judeoconversos practicando el judaísmo en secreto tras la Expulsión de 1492. El documental sugiere que el terror inducido por el propio Tribunal hacía improbable cualquier forma de judaización abierta, reforzando la idea de que las acusaciones respondían a otros intereses individuales y colectivos.
La obra incorpora las voces de expertos como Enrique Soria, Sebastián de la Obra, Antonio Manuel Rodríguez Ramos, Ana María Chacón, Gonzalo J. Herreros e Inmaculada Pérez, muchos de ellos vinculados a la Universidad de Córdoba o a proyectos académicos sobre la Inquisición. Sus intervenciones aportan contexto y rigor, aunque siempre subordinados a una voluntad narrativa claramente crítica con el personaje del inquisidor y con el sistema que representaba.
Narrativa, memoria y límites del enfoque científico
El papel de Zita Abreu como posible descendiente de los judeoconversos ejecutados es uno de los elementos más discutibles del documental. Aunque su presencia añade cercanía y emoción, la conclusión de que existe una relación genética con el entorno cordobés de los judeoconversos llevados a la hoguera por la Inquisición resulta aventurada y, en cierta medida, resta solidez a las conclusiones científicas que se plantean. Aun así, este recurso termina funcionando como un motor narrativo que mantiene el interés del espectador.
Los 107: la Inquisición en llamas se inscribe en la apuesta de Andalucía Televisión por el documental histórico, con un equipo técnico encabezado por Jorge Santos en la dirección de producción, María Hermosín en la producción, Jesús Ponce en el montaje y Edu Álvarez en la dirección de fotografía. Además de su emisión en prime time, la obra está disponible en la plataforma CanalSur Más.
En conjunto, el documental propone una mirada incómoda y necesaria sobre uno de los episodios más oscuros de la historia española. Sin pretender cerrar debates académicos, Los 107 apuesta por la memoria, por la crítica a la Inquisición y por la visibilización de unas víctimas que durante siglos quedaron reducidas a cifras. Su mayor fuerza reside precisamente ahí: en la capacidad de interpelar al presente desde un pasado marcado por el fuego y el silencio ▪
Para ver el documental: https://www.canalsurmas.es/videos/detail/300681-documental-los-107-la-inquisicion-en-llamas
