Tres organizaciones judías de España, Francia y Estados Unidos han emitido un comunicado conjunto en el que anuncian que emprenderán acciones legales "por todas las vías disponibles" ante lo que describen como un "grave incidente de discriminación antisemita" ocurrido el 23 de julio en el aeropuerto de Valencia, cuando 44 adolescentes judíos franceses fueron expulsados de un vuelo de la aerolínea Vueling con destino a París-Orly.
Según el comunicado firmado por ACOM (Acción y Comunicación sobre Oriente Medio), la Organisation Juive Européenne (OJE) y el National Jewish Advocacy Center, los menores, de entre 13 y 17 años, formaban parte del campamento Kineret y "estaban sentados en sus asientos, respetando las normas y al personal" cuando el capitán del vuelo VY8166 ordenó su desalojo sin justificación aparente. "La actuación fue desproporcionada, injustificada y excepcional", denuncian, apoyándose en "testimonios creíbles de testigos directos, incluyendo pasajeros ajenos al grupo".
Además, las organizaciones detallan que tras la expulsión, intervino la Guardia Civil, cuya respuesta califican como "violenta y absolutamente desproporcionada", ya que culminó con la detención de la directora del grupo, una monitora de 21 años, "de la forma más abusiva y ante la mirada traumatizada de los menores". Los adolescentes fueron retenidos durante horas, y algunos de ellos "obligados de forma irregular a borrar los vídeos que habían grabado del incidente".
"Una respuesta mezquina, sin investigación y con injurias"
Lejos de dar explicaciones o iniciar una investigación, las organizaciones denuncian que Vueling emitió un comunicado "injurioso", en el que "sin intención alguna de esclarecer los hechos, calumnió a los menores acusándolos de comportamiento conflictivo y actitud violenta". Esta declaración, lejos de apaciguar el malestar, "ha alimentado una campaña de injurias en redes sociales contra menores judíos", con acusaciones infundadas que incluyen cánticos contra palestinos y manipulación de sistemas de seguridad.
"Todas estas aseveraciones sobre un comportamiento atribuido a todos y cada uno de los miembros del grupo, emitidas sin prueba alguna, constituirían una difamación que acarrearía graves consecuencias", advierten las organizaciones.
También destacan la doble vara de medir de la compañía aérea, recordando que "Vueling es conocida por transportar a pasajeros vacacionales, algunos altísimamente conflictivos y con comportamientos agresivos o descontrolados sin consecuencia alguna". Por ello, consideran especialmente "mezquino" que se actúe con tanta severidad contra un grupo de adolescentes judíos y que el piloto adopte "medidas tan extraordinarias sin consecuencia alguna".
Las organizaciones firmantes aseguran estar recopilando y analizando todas las pruebas disponibles y anuncian que iniciarán acciones legales "coordinadas y contundentes", tanto a nivel nacional como internacional, contra todos los responsables. Entre los posibles afectados citan al comandante y la tripulación del vuelo, la compañía aérea y su matriz IAG (que incluye British Airways e Iberia, con accionariado catarí), los agentes policiales implicados, sus mandos, y las autoridades aeroportuarias y de transporte en España.
"Este lamentable acto de abuso contra chicos judíos no puede quedar impune", concluye el comunicado, que subraya la inacción del gobierno español, que hasta el momento "no ha expresado ningún tipo de preocupación, ni ha abierto investigación alguna del incidente" ▪
