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Testimonio: Edith Touriel, Ramat Gan

"Todo vibraba, como si fuera un terremoto"

Edith Touriel, residente en Murcia, estuvo la noche de este viernes a hoy sábado en el epicentro de los ataques iraníes contra la zona metropolitana de Tel Aviv.
"Todo vibraba, como si fuera un terremoto"
Actualizado el 28/6/2025, 16:20 hs.

Edith Touriel, médica residente en Murcia y miembro de la Asociación de Amistad Murcia-Israel (ASAMI), viajó a Israel para participar en el programa de empoderamiento femenino Momentum y decidió quedarse unos días más con sus hijas… Lo que no imaginaba era que acabaría viviendo uno de los mayores ataques sufridos por Israel en décadas.

En la noche del viernes al sábado, un centenar de misiles lanzados por Irán impactaron en la zona metropolitana de Tel Aviv, sorprendiendo a Touriel en pleno epicentro del bombardeo: Ramat Gan. Su hija, enfermera, vive a escasos minutos del Hospital Tel Hashomer, una de las zonas más afectadas. Desde allí, relata a Enfoque Judío la angustia, el estruendo y la resiliencia de un país bajo fuego.

Cuando comenzaron las sirenas, estaba en casa de unas amigas en Ramat Gan, compartiendo una tranquila cena de Shabat. En un instante, la calma se convirtió en caos: "Interrumpimos la cena y corrimos al refugio, con el corazón acelerado. Así comenzó una noche interminable, repitiéndose una y otra vez el mismo horror: sirenas, carreras, explosiones. Fue terrible escuchar cómo los misiles caían uno tras otro sobre nosotros".

¿Cómo vivió la noche del ataque?

Espantosa. Escuchábamos los misiles explotar encima de nuestras cabezas, uno tras otro. Era un sonido seco, brutal, como truenos a la altura de la oreja. Vibraban las paredes, los muebles, todo. Como si fuera un terremoto. Las ondas de impacto eran tan fuertes que en algunas zonas los cristales de las ventanas se rompieron. Fue una noche de terror en Ramat Gan. Una noche larga que nunca olvidaré.

Me impactó profundamente vivir ese pánico, sentir cómo atacaban directamente a la población civil, sin discriminar. Hoy estoy aquí, contándolo, gracias al escudo antimisiles de Israel, pero el miedo se apoderó de mi por un segundo pensando en los soldados, en el resto de la población.

¿En qué zona estaban?

Estamos junto al Tel Hashomer, donde hay una base militar. Yo estaba en casa de unas amigas porque mi hija, que es enfermera, estaba de guardia por la situación. En el edificio de mi hija hay un refugio, pero está abajo, fuera del apartamento. Hay que salir y bajar, y no siempre da tiempo. Esa noche preferí quedarme en un sitio donde el refugio está integrado en la vivienda. Así que me fui a casa de mi amiga donde el refugio antiaéreo está dentro del mismo piso, lo que es más rápido y seguro. Aun así, todo retumbaba. No podíamos dormir.

Había vivido algo similar antes… ¿Qué diferencia hay?

Estuve aquí en 2006, durante la guerra con el Líbano, y escuché sirenas. Pero esto fue diferente. Fue sirenas y explosiones muy cercanas. Esta vez fue real, físico. Me hizo llorar, rezar…

¿Cómo se plantea regresar a España?

El aeropuerto está cerrado por ahora. Pero, aunque pudiera, no me sentiría bien dejando a mis hijas aquí. Ellas están más acostumbradas. Una es enfermera y está muy involucrada, la otra está en servicio militar. Siento que debo estar con ellas. Además, si algo sucede, quiero estar aquí para ayudar.

¿Cómo médica?

Sí. Me ofrecí voluntariamente a un grupo de médicos. Les escribí para ver si podía colaborar en algo. Si se necesita, quiero estar disponible. Como médico y como madre. No soy de las que abandona el barco.

¿La reacción de los israelíes a estos episodios es distinta?

Los israelíes que viven aquí de toda la vida están más serenos. Tranquilizan a los que venimos de fuera. Nos dicen que todo estará bien. Pero claro, nosotros no estamos acostumbrados a vivir con este nivel de amenaza constante.

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Imagen de uno de los impactos de misiles en la zona metropolitana de Tel Aviv. Los principales impactos en Ramat Gan, Rishon Letzión y Tel Aviv (Foto: Redes)

¿Y físicamente, cómo lo sintió?

Como médica, lo pienso en términos de estrés: el cortisol disparado. Esa hormona que nos prepara para huir. Yo lo tenía en las piernas: lista para salir corriendo.

¿Cómo es que se encontraba en Israel?

Vine por el programa Momentum, que reúne a mujeres judías de todo el mundo para fortalecer la identidad, la cultura y el rol como madres. Fue muy emotivo. Escuchamos a madres de soldados y de personas secuestradas. Mujeres con una fortaleza y una resiliencia que me dejaron con el corazón en la garganta. Unas verdaderas heroínas. Me sentí orgullosa de pertenecer a este pueblo.

España…?

Vivo en Murcia. Dejé mi casa al cuidado de un amigo. Me quedé sin trabajo recientemente, lo que me permitió extender mi estancia aquí. No tenía billete de regreso cuando estalló esta crisis. Lo que sé es que, mientras esto continúe, yo estaré aquí porque no soy de las que abandona el barco en momentos de necesidad ▪

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"Y amarás a tu prójimo como a ti mismo…" Touriel en una calle de Ramat Gan (Cortesía personal)

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