BRING THEM HOME NOW

Actualidad y Cultura del Judaísmo en España

AÚN QUEDAN
24 SECUESTRADOS

Jánuca

¿Una conmemoración  nacionalista o una fiesta religiosa?

La "Fiesta de las Luces" conmemora un levantamiento militar que fusiona y realza el carácter religioso y nacional de la identidad judía a lo largo de tres milenios.
Janukiá encendida con fondo de comida festiva
Fuente: Envato Elements

Actualizado el 31/3/2025, 17:35 hs.

Las comunidades judías alrededor del mundo encenderán a partir de este miércoles, y durante ocho noches, las luces de la "janukiá" (candelabro de 9 brazos) para celebrar la "Janucá", popularmente conocida también como "Fiesta de las Luces". Esta festividad, que conmemora la victoria de los macabeos en el siglo II a.C. sobre la helénica dinastía seleúcida, es mucho más que una simple tradición: representa en el judaísmo la victoria de la luz sobre la oscuridad, la perseverancia sobre la adversidad y la fe sobre la desesperanza.
Junto con Purim (allá por marzo), Janucá es una de las dos fiestas judías que no aparece mencionada en la Torá, lo que hace de ella una conmemoración ambivalente pues su esencia divina se entremezcla con lo mundano de una forma mucho más palpable y documentada. Y por ello, para muchos, la lucha de los macabeos contra los griegos no deja de ser lo que hoy llamaríamos una guerra de independencia: El 2 de mayo en España.

La centralidad del Templo

Es la centralidad del Templo de Jerusalén en la vida judía -entonces y ahora- lo que le confirió su transfiguración religiosa, pues los macabeos debieron purificar el santuario de influencias idólatras antes de volver a encender la "menorá" (el candelabro de siete brazos). Al concluir la revuelta, llegó la consagración ("Janucá") del Templo, y es ahí donde se interpuso el milagro de que una pequeña porción de aceite que bastaba para una jornada durase hasta ocho días, las suficientes para volver a producir el combustible sagrado.
Sólo que ni los dos Libros de los Macabeos, ni la Mishná, ni Meguilat Taanit, las primeras fuentes que citan la existencia de esta fiesta, mencionan tal "milagro" del aceite. Tampoco lo hace Flavio Josefo (Yosef ben Matatiahu) en su obra "Antigüedades judías". ¿De dónde entonces el "milagro"? 

La jarra de aceite

La jarra de aceite sí es recurrente en la tradición oral judía que no fue incorporada por escrito a la Mishná, o sea, quedó en las enseñanzas externas (Baraita) que recibieron expresión a lo largo de todo el Talmud y en los comentarios a la Meguilat Taanit.
La creciente influencia rabínica en la vida judía tras la destrucción del Templo por los romanos (70 d.C), y el comienzo del segundo exilio, fue lo que dio alas al milagro de la jarra de aceite, así como la necesidad de refrendar la validez eterna de la Torá. El "milagro" cobró así fuerza por encima de la importancia que,  en aquellos días, pudieran haber tenido  la libertad ganada por los asmoneos y la independencia de un  reino que duró 77 años.

El legado rabínico sobre los asmoneos

En plena configuración del judaísmo diásporico tras la destrucción del templo, los sabios de la Mishná y de posteriores compendios sí vieron con buenos ojos el levantamiento asmoneo, hasta el punto que conservaron algunos de sus decretos halájicos. Sin embargo, y a diferencia de otras fiestas, a la de Janucá no le dedicaron ningún tratado.
Algunos expertos han considerado esa ausencia como un posible distanciamiento del reinado asmoneo por los primeros sabios, si bien otros alegan que en tiempos de Roma sencillamente no hubiera sido muy prudente alentar escritos que pudieran ser interpretados como un llamado a la lucha por la independencia. 
Fue el Movimiento Sionista, a finales del siglo 19 y principios del 20, el que volvió a conceder a esta fiesta su carácter mixto, dentro de los esfuerzos por rescatar epopeyas militares y populares del pasado que dieran vigor a su causa política.

Janukiá encendida con fondo de comida festiva
Fuente: Envato Elements

Noticias Relacionadas

Más leídas

Puede interesar...