Un viaje artístico destinado a responder al antisemitismo en el espacio público catalán terminó en un episodio de violencia en pleno centro de Barcelona. El grafitero Dudi Shoval fue atacado junto a su entorno después de pintar símbolos proisraelíes sobre paredes repletas de mensajes contra Israel.
Según denunció al canal N12 de Israel, Shoval, de 34 años y originario de Ashdod, llegó la semana pasada a la capital catalana junto a su esposa, Hodayá, invitado por una organización de la comunidad judía local con el objetivo de actuar contra las manifestaciones de odio visibles en las calles de la ciudad.
Desde su llegada, el artista se encontró con un escenario que lo sorprendió. "Había muchísimos dibujos de Bibi llenos de sangre, presentándolo como criminal de guerra, y los lemas habituales de ‘genocidio en Gaza’ y otras cosas horribles", relató. Ante ese panorama, decidió responder de inmediato.
La misma noche de su llegada, Shoval se dirigió a una de las calles principales y pintó su propio mural: una imagen de Benjamín Netanyahu acompañada de la inscripción "Viva Israel". "No soy una persona política, pero era importante mostrar que sabemos responder a todos esos grafitis y dibujos que presentan a Netanyahu y a los israelíes como criminales y asesinos", explicó.
La reacción no tardó en llegar. Mientras trabajaba en el mural, él y su esposa comenzaron a recibir insultos, amenazas y gritos por parte de transeúntes. "Estoy acostumbrado a recibir amor en cualquier lugar del mundo donde pinto, y allí recibí un odio enorme. Incluso personas mayores nos atacaron verbalmente, nos gritaban que lo borrarían pronto", contó.
Al día siguiente, el mensaje se cumplió: el mural fue cubierto con pintura negra. A pesar de ello, Shoval decidió continuar. Junto a él se sumaron un fotógrafo llamado Yanai, una mujer local y otro miembro de la comunidad judía de la ciudad. "Cuando vimos que lo habían borrado, no nos desanimamos y decidimos seguir en otros puntos de la ciudad", señaló.
Del mensaje artístico al ataque físico
En esta nueva etapa, el artista optó por un lenguaje más simbólico. En uno de los muros pintó lámparas. "Vinimos a iluminar la oscuridad que hay en Barcelona con nuestra luz", explicó. Luego se trasladaron a otra calle donde se encontraron con un enorme muro cubierto de consignas y adhesivos contra Israel.
"No tenía herramientas para afrontarlo, el muro era gigantesco y estaba lleno de ‘Viva Palestina’ y ‘los israelíes son asesinos’. Era estremecedor. Quise mostrar que también allí estamos presentes y pinté una Estrella de David", relató.
Fue entonces cuando la situación escaló. Mientras pintaba, varios inmigrantes se acercaron en tono agresivo. "Nos gritaban ‘qué creen que están haciendo aquí’. No buscábamos ningún enfrentamiento, así que decidimos volver al coche y no responder", explicó.
Sin embargo, al alejarse del muro, uno de los agresores se aproximó con una botella de vidrio en la mano. "Vio que yo tenía el aerosol y decidió avanzar hacia el fotógrafo y le dio un botellazo en la cabeza. Inmediatamente se produjo un enfrentamiento. Respondimos con toda nuestra fuerza y quedaron en shock", afirmó Shoval.
Según su testimonio, uno de los atacantes también intentó agredir a su esposa. "Se armó un caos total. Ella gritaba mientras nos enfrentábamos, y la mujer local que estaba con nosotros comenzó a gritar en español. Muy rápido llegaron vecinos del barrio y en menos de un minuto apareció una patrulla policial", describió.
La policía intervino y detuvo al grupo agresor. "Los agentes estuvieron de nuestro lado. Entendieron que habíamos hecho algo legal y que solo respondimos después de que nos atacaran", aseguró el artista. Los policías ofrecieron la posibilidad de presentar una denuncia formal, pero Shoval y su grupo declinaron. "Teníamos muchos planes en Barcelona y no queríamos que esto arruinara el viaje ni dedicarle tanto tiempo a un proceso legal", explicó.
Para Shoval, se trató de un episodio excepcional en su trayectoria. "Normalmente no vuelvo a pintar sobre muros llenos de dibujos, pero no pude quedarme indiferente ante ese nivel de odio y decidí reaccionar justamente en ese muro enorme", señaló.
Pese a la violencia, el balance final fue de determinación. "Había muchos planes y me alegra que mostremos que no tenemos miedo y que no nos callamos en ningún lugar", concluyó ▪
