Tres eurodiputados de Vox y dos representantes de la organización ACOM tienen previsto acudir desde España a la Conferencia de Lucha contra el Antisemitismo organizada en Jerusalén por el Ministerio de Asuntos de la Diáspora, Amichay Chikli, la primera desde el 7-O y que ha despertado recelos entre círculos judíos internacionales por la invitación extendida a miembros de partidos derechistas.
"Es un encuentro para buscar experiencias, puntos comunes y estrategias para luchar contra esta plaga que va a más. Lo que hace el ministro Amichay Chikli es admirable (porque) era un Ministerio que, durante muchos años, no había tenido un impacto fundamental en los asuntos que nos conciernen a los judíos de la diáspora y que nos unen con Israel, y que ahora se tratan con mucha atención", dijo Ángel Mas, presidente de la ong ACOM, una de las puntas de lanza de la lucha contra el antisemitismo en España.
Antisemitismo después del 7-O
"Vamos a participar y a compartir nuestra experiencia, y también, por supuesto, con toda humildad vamos a aprender de las experiencias de otros", agregó Mas. Junto a él viaja a la conferencia la vicepresidenta y portavoz de la ong, Rosa Reigia.
El presidente de ACOM participará en un panel dedicado a la "Lucha legal contra el antisemitismo", del que también formarán parte, entre otros conocidos personajes internacionales, Arsen Ostrovsky, y Nitsana Darshan-Leitner.

También participarán en la Conferencia los eurodiputados de Vox y miembros de la alianza europea "Patriotas" Juan Carlos Girauta, Hermann Tertsch y Mireia Borrás. Desde hace un mes, el Likud de Chikli tiene estatus de partido observador en esa alianza de derechas.
La conferencia de Jerusalén, que se celebrará entre mañana miércoles y el jueves, reunirá a cientos de expertos y activistas para un diálogo sobre cómo abordar el antisemitismo contemporáneo, y tiene entre sus objetivos los de concienciar "sobre los elementos impulsores del antisemitismo moderno" y abordar "los desafíos críticos planteados por la evolución de las realidades desde el 7 de octubre", tanto el que afecta a las comunidades de la diáspora como a Israel.
Boicot de dirigentes judíos
En las últimas semanas la Conferencia de Chikli ha despertado una gran polémica entre algunos dirigentes y organizaciones judías internacionales, tras conocerse la invitación extendida a algunos políticos que consideran de extrema derecha, entre ellos al francés Jordan Bardella, presidente de Rassemblement National (RN).
El presidente del Congreso Judío Europeo, Ariel Muzicant, se quejó públicamente de que mientras "en Europa luchamos por mantener a los partidos extremistas fuera de la corriente dominante, en Israel los políticos los invitan". "Creen erróneamente que estos partidos apoyan a Israel. Y no es así. Estos partidos buscan legitimidad, y no puedo entender por qué un ministro israelí les proporcionaría tal validación", declaró.
Otros que han anunciado su boicot al encuentro han sido el director de la Liga Antidifamación (ADL), el estadounidense Jonathan Greenblatt, el gran rabino de Gran Bretaña Ephraim Mirvis, y el filósofo y escritor francés Bernard-Henri Lévy.

Lévy, uno de los intelectuales públicos más destacados de Francia y un firme defensor de Israel, tenía previsto ser el orador principal del evento, pero según el diario Le Monde comunicó al presidente Isaac Herzog que no asistiría debido a los invitados de extrema derecha.
De nada han servido los argumentos de que Bardella, se desvinculó en su momento del negacionista y antisemita Jean-Marie Le Pen, fundador del original Frente Nacional, y de que estos partidos han constituido el principal frente de defensa de Israel desde el 7-O e incluso antes.
Apoyo a Israel
En el caso de España, Vox ha sido el único partido que, como formación política, ha salido en una constante defensa de Israel desde el comienzo de la guerra hace casi año y medio. Algunas personalidades del PP también lo han hecho, pero a título personal.
"Puede que algunos que han suspendido su participación lo hayan hecho desinformados por buena fe, pero está claro que la campaña contra Chikli tiene mucho que ver con la guerra contra posiciones firmes desde Israel hacia países occidentales, que claramente quieren imponer soluciones que harían Israel cada vez más frágil e inseguro y acabarían poniendo de nuevo en debate la legitimidad del Estado", dijo a Enfoque Judío el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, quien hace unas dos décadas recibió incluso el "Premio Or-Januká" de la Comunidad Judía de Madrid (CJM) por su lucha contra el negacionismo del Holocausto junto a la ya fallecida superviviente Violeta Friedman.
Y recuerda que en España son ministros del Gobierno de Pedro Sánchez "los que se manifiestan por la destrucción de Israel con la proclama ‘From the river to the sea’" y "no he visto a esos líderes que ahora atacan a Chikli exigir acciones contra Sánchez y su gobierno abiertamente aliado de los asesinos de Hamás, Hezbollah e Irán".
"Hemos dejado claro, frente a un torrente de difamaciones, que nosotros, tanto VOX, el único partido que defiende en España a Israel, como las gentes del grupo de Patriotas como Geert Wilders, Santiago Abascal (presidente de Vox) o yo, tenemos una larguísima trayectoria de defensa de Israel y de lucha contra el antisemitismo", manifestó.
Silencio desde las comunidades
A diferencia de otros dirigentes en Europa y EEUU, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), representante legal del judaísmo en el país, no se ha pronunciado sobre la Conferencia de Jerusalén, ni lo ha hecho ninguno de sus dirigentes u organizaciones miembro.
Sí lo ha hecho el presidente de ACOM, Mas, al ser consultado por Enfoque Judío sobre el boicot de algunos líderes judíos internacionales: "Alienar a esos que están de nuestro lado para buscar la equidistancia con los que nos hostigan, y para buscar la aprobación de los que no nos quieren y buscan cualquier oportunidad para satanizarnos y deshumanizarnos, me parece miope, altamente injusto y moralmente cuestionable".
"Algunos de los invitados no quieren ir porque dicen que algunos de los otros ponentes o invitados son incompatibles con ellos", prosigue, pero "estas mismas personas se encuentran públicamente, comparten espacio y legitiman con ello a personas, grupos y partidos que claramente criminalizan al Estado de Israel. Y con esto no tienen problema, pero sí lo tienen con aquellos que muestran su apoyo, proximidad y cariño en los momentos duros".
Y recuerda sobre estos partidos que precisamente son, además, "aquellos que están ganando más espacio electoral en Europa", por lo que para él ya "no es que sea una cuestión fundamentalmente moral, sino también práctica", más aún cuando a estos "amigos innegables" también "les cuesta el señalamiento y hostigamiento de los que preferirían que estuvieran del lado de los que criminalizan al Estado judío"▪