Arqueólogos italianos han descubierto cerca de Roma el que podría ser el baño ritual judío (mikve) más antiguo fuera de la Tierra de Israel, y que probaría la existencia de una vibrante comunidad judía en la zona de Ostia Antica apenas 200 años después de la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos.
Evidencias arqueológicas y documentos prueban que Ostia, una importante ciudad portuaria a 25 kilómetros al suroeste de Roma, fue hogar de una gran diversidad de religiones y etnias de todo el Imperio Romano. Los arqueólogos han descubierto recientemente que este crisol incluía una floreciente comunidad judía, como lo atestiguan los restos de una impresionante sinagoga. El descubrimiento del aparente mikve ha sido, sin embargo, una completa sorpresa, informó el medio The Times of Israel.
3 años de excavaciones
"En 2022, comenzamos a excavar un área junto a las sedes de las corporaciones comerciales y los cuatro templos paganos", dijo a ese medio el Dr. Alessandro D’Alessio, director del Parque Arqueológico de Ostia Antica, y explicó que "a pesar de su ubicación central, el área nunca había sido excavada".
"El verano pasado encontramos una pequeña cámara en el edificio que habíamos estado excavando. La habitación se asemeja a un pozo, montada por un semiábside, y se accede desde el edificio a través de unas escaleras", explicó.
Los arqueólogos especularon entonces que podría tratarse de un mikve por lo que invitaron al Gran Rabino de Roma, Riccardo Di Segni, para que lo viera y diera su opinión. Según D’Alessio, quedó "impresionado" pero "no pudo decir con certeza si se trataba de un mikve".
Cuna de convivencia
Las excavaciones están a cargo del equipo del Parque Arqueológico en cooperación con la Università degli Studi di Catania y el Politecnico di Bari, con el apoyo de la Dirección de Museos del Ministerio de Cultura italiano.
Los inusuales hallazgos tenían confundidos a los arqueólogos porque el sistema de aguas incluía lo que parece ser un punto de acceso para una tubería que canalizaba el agua hacia el pozo, donde se mezclaba con la del acuífero.
"A medida que avanzábamos con la excavación, tuvimos dos golpes de suerte", recordó D’Alessio. "Primero, expusimos la estructura que permitiría a las personas ingresar gradualmente al agua, en lugar de simplemente de saltar o dejarse caer. En segundo lugar, en el fondo de la cámara, encontramos una lámpara de aceite intacta con símbolos judíos: una menorá y una lulav". La lámpara de aceite fue la que confirmó la identidad del sitio.
Terminar la investigación
El descubrimiento fue presentado al público en una conferencia de prensa a la que asistió, entre otros, el ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli.
"El descubrimiento refuerza la conciencia histórica de Ostia Antica como una verdadera encrucijada de convivencia e intercambio de culturas, una cuna de tolerancia entre diferentes pueblos que encontraron su unión en la civilización romana", dijo Giuli.
Pese al optimismo de muchos arqueólogos, algunos han pedido esperar a completar la investigación para poder certificar que se trata en realidad de un mikve, dado que muchos baños de la época romana tenían a veces similitudes▪