En entrevista exclusiva con Enfoque Judío, el CEO del equipo ciclista Israel Premier Tech, Ido Shavit, ha advertido de las graves consecuencias que pudo tener el incidente de ayer miércoles, en la quinta etapa de la Vuelta Ciclista a España, cuando los ciclistas de su equipo vieron obstruido su camino en una contrarreloj, a una velocidad de 70 kilómetros por hora y sin las manos en los frenos.
La situación fue de alto riesgo, describió el directivo, al destacar que "lo que no dicen (en los medios) es que los ciclistas llegaron hacia ellos a una velocidad de 70 km por hora sin las manos en los frenos, porque era una contrarreloj". Y advierte que: "Esto pudo haber terminado en una catástrofe".
Shavit habló con Enfoque Judío poco antes de comenzar hoy la sexta etapa de La Vuelta, entre Olot (Gerona) y Pal (Andorra). Por segundo año consecutivo, en esta Vuelta se enfrentan también a protestas y manifestaciones de grupos propalestinos que exigen que sean apartados de la competición por la guerra de Gaza.
Preguntado sobre si las protestas son este año peores que las del pasado, afirmó que "es peor porque realmente lograron detenernos y cerrarnos el camino en la carrera de ayer. Por milagro no pasó nada a los ciclistas, pero sí, realmente fue peligroso".
"No estamos aquí para dar mensajes políticos"
Frente a esas demandas, Shavit dejó también claro que el equipo se mantiene en la competencia y que "la intención es, por supuesto, seguir", pese a cualquier protesta, porque "somos un equipo deportivo, estamos aquí por resultados deportivos, no llevamos ningún mensaje político. No sentimos que sea correcto retirarnos".
Sobre las condiciones que podrían hacerlos reconsiderar, señaló que sólo sería "si vemos o pensamos que hay un peligro real para algún miembro del equipo". En ese caso, "puede ser que tengamos que salir, retirarnos, pero ahora mismo eso no está sobre la mesa".
El director insistió por qué el incidente del miércoles fue especialmente riesgoso: "Ayer los manifestantes lo tuvieron fácil, porque era una contrarreloj por equipos y nuestros ciclistas estaban juntos en la carretera. Hoy, como cada día en una carrera de ciclismo, formamos parte del pelotón de 180 corredores. Es un poco más fácil controlar eso (la seguridad)".
Recordó también que este tipo de protestas no son nuevas en el ciclismo: "En el pasado ya se detuvieron carreras por todo tipo de activistas, no necesariamente contra Israel. La última vez más grande fue en el Mundial, cuando activistas de izquierda protestaron contra el cambio climático y se pegaron al asfalto. Una carrera ciclista no es un evento estéril y es muy difícil controlarlo".

Presión política y la campaña del boicot
El equipo Israel Premier Tech, que está en La Vuelta con ocho corredores -sólo uno de ellos israelí y el resto extranjeros-, ha enfrentado presiones por parte de campañas de boicot desde su misma creación. En esta vuelta, grupos del BDS lo han vuelto a intentar.
"Hubo exigencias del BDS para que nos expulsaran, pero nosotros somos un equipo deportivo, no un país. No somos un equipo financiado por el Estado, somos completamente privados, y no nos pueden expulsar porque cumplimos con todos los criterios deportivos. Nuestra participación es un derecho, no un favor", afirmó Shavit.
E insistió en la naturaleza privada del proyecto: "Somos como cualquier otro equipo. Hay presión, como sobre todas las empresas deportivas o tecnológicas vinculadas con Israel. Hay un enorme movimiento de boicot, pero eso no contradice el hecho de que seamos una empresa privada. Sí, nos identifican con Israel porque nuestro propietario es muy sionista y quiere promover al país, pero seguimos siendo un equipo privado, sin apoyo de ningún gobierno".
Respecto a la reacción de los ciclistas, reconoció "la sensación es dura, porque desde el punto de vista deportivo no es justo. Ayer todos hicieron una actuación muy impresionante, debíamos terminar muy arriba en la etapa, así que la sensación es amarga".
El impacto fue mayor en el único ciclista israelí de la formación, Nadav Raisberg, para quien " fue muy difícil".
"Aunque entiende lo que pasa en Israel, siente como si fuera un poco su culpa, porque representa al país. Hoy le costará concentrarse solo en la carrera. No está en paz consigo mismo esta mañana", explicó Shavit.

"Ellos decidieron firmar y seguir con nosotros"
Consultado sobre cómo percibe este acoso un ciclista extranjero en el equipo más identificado con Israel, Shavit manifestó a Enfoque Judío, que está convencido de que es algo en lo que piensan "antes incluso de la protesta de ayer", al integrarse en el equipo y "seguro que lo piensan esta mañana también".
"Pero en definitiva tomaron una decisión y firmaron con nosotros voluntariamente. Creen que incidentes así no deberían pasar y nosotros esperamos que no vuelvan a ocurrir. Siguen confiando en el equipo y en el objetivo de ganar", abundó.
A la vez, declaró que los corredores están preparados emocionalmente para todo tipo de incidentes, porque en ciclismo, como deporte en ruta abierta, siempre hay riesgos inesperados: "En cualquier carrera puede pasar algo, un tren, una caída… Los ciclistas saben levantarse al día siguiente. Esa es la esencia de este deporte".
Sobre la preparación frente a este particular tipo político de incidentes, Shavit aseguró que están "en coordinación con los organizadores y la policía", pero que "como equipo no tenemos mucho que hacer".
"Sabíamos que habría manifestaciones, desde la fundación del equipo siempre ha habido protestas. No esperábamos que ayer tuvieran tanto éxito" y reconoció el derecho a la libre expresión "siempre que sea de manera pacífica", y no como ayer que "realmente cruzaron un límite. Espero que no vuelva a pasar".

Apoyo de los organizadores y aspiraciones deportivas
En relación con la seguridad durante La Vuelta y otras competiciones, Shavit destacó la presencia constante de protección alrededor del equipo, dentro y fuera de la carrera ."Tenemos seguridad a nuestro alrededor, hay guardias y policías en los hoteles, acompañamiento policial en las carreteras. Desde ese punto de vista, todos se sienten seguros", manifestó.
Igualmente cuentan con el apoyo de los organizadores, quienes "prometieron hacer todo lo posible para que no se repita".
"No hubo ningún cambio en el desarrollo de la carrera. No hablaron de detenerla ni nada parecido. Están avergonzados por lo ocurrido, y prometieron hacer todo lo posible para que no se repita. Ahora vamos a partes de España donde nos quieren menos aún, y confiamos en que sabrán qué hacer", indicó Shavit al ser preguntado por la postura de La Vuelta tras el incidente.
El director también descartó que en este momento exista alguna duda dentro de la organización sobre la participación del Israel Premier Tech, dadas las incontables demandas de grupos palestinos que exigen su expulsión: "Nos apoyan, hacen todo para que nos sintamos un equipo igual que los demás. No ceden ante un pequeño grupo que hace ruido. Al final, esa gente apoya al terrorismo sin siquiera saberlo, simplemente están en contra de todo".
"Vinimos a ganar etapas"
En el plano deportivo, el balance sigue siendo positivo: "Hasta ahora el equipo se ha visto exactamente como esperábamos, con un nivel muy alto. Sin el incidente de ayer, habríamos terminado en una gran posición. Ya logramos un segundo lugar y un cuarto en etapas anteriores. Teníamos a un corredor muy bien posicionado en la general, pero ayer perdió tiempo".
El director insistió en que el objetivo principal sigue intacto: "No vinimos a la Vuelta con la meta del podio general. Nuestra misión es ganar etapas. Lo que pasó ayer fue doloroso, pero no cambia el plan. El corredor más afectado perdió tiempo, y eso le duele, pero estamos preparados para seguir luchando".
A pesar del contratiempo, Shavit se mostró optimista y tiene la esperanza de que "olvidemos pronto lo que pasó y podamos disfrutar de al menos una victoria en una de las etapas" ▪