La Comunidad Judía de Barcelona (CJB, ex CIB) respondió con dureza a las recientes declaraciones de Pep Guardiola sobre la situación en Gaza y sobre Palestina, a sólo un día del partido amistoso entre Cataluña y Palestina que se disputará mañana en el Estadio Olímpico Lluís Companys. El intercambio, que estalló en redes sociales, marca un nuevo capítulo en la creciente tensión en torno al encuentro impulsado por ACT X PALESTINE.

Según un comunicado de la CJB, las palabras del entrenador del Manchester City encendieron todas las alertas. En el texto, la comunidad interpela directamente al técnico catalán: "Pep, interesante escuchar tus palabras sobre ‘haber dejado sola Palestina’. Una pregunta sincera: ¿Quizás podrías comentarlo también con tus buenos amigos en Catar?".

La CJB también sostiene que esos aliados a los que alude han estado "inyectando miles de millones para modelar el relato, financiar medios y apoyar a los fanáticos de los Hermanos Musulmanes", y lamenta que esa influencia utilice "la tragedia de inocentes, en Israel y en Gaza, como herramienta política".

"Hoy todo se sabe", insiste la CJB, que pide al entrenador que aplique el mismo nivel de claridad al señalar responsabilidades. El post remarca además que "si hablamos de responsabilidad… quizás la conversación debería empezar por aquí… por lo que sabemos del #7Oct, que es cuando todo empezó".

En un mensaje final, condena de antemano el ambiente esperado este martes en el Estadio Olímpico, al advertir que "habrá un partido que será, en realidad, un desfile de odio, y eso no va a ayudar a nadie. Sólo a los ‘flower power’ de turno, que no saben ni hacen más que tirar tuits para quedar ‘cool’".

Guardiola eleva el tono y acusa al mundo de abandono

Las declaraciones que desencadenaron la reacción de la CJB fueron realizadas por Guardiola al referirse a la situación en Palestina y al partido de mañana.

El técnico afirmó que "el mundo ha dejado a Palestina sola. No hemos hecho absolutamente nada. Ellos no tienen ninguna culpa de haber nacido allí. Todos nosotros hemos permitido que hayan destrozado a todo un pueblo. El mal ya está hecho y es irreparable".

Guardiola no evitó los términos más duros y mantuvo la intensidad en sus críticas hacia los líderes internacionales. "No me puedo imaginar a una persona en este mundo que pueda defender las masacres en Gaza. Nuestros hijos podrían estar allí y que les asesinen sólo por haber nacido. Tengo muy poca fe en los mandatarios. Hacen lo que sea para mantenerse en el poder", aseguró, subrayando su desconfianza hacia los dirigentes políticos globales.

Para el entrenador, el amistoso entre las selecciones catalana y palestina tiene un valor simbólico que considera indispensable, especialmente en un momento de fuerte polarización. En sus palabras, "la simbología ayuda a poner en alerta, pero detrás algo que se mueva". Esa idea, vinculada al impacto social del encuentro de mañana, ha servido de referencia para numerosos apoyos dentro del deporte catalán, que han respaldado la iniciativa promovida por ACT X PALESTINE.

Un partido cargado de significado político y emocional

El partido amistoso, que sigue a otro de la selección vasca con la palestina en Bilbao el domingo, se ha convertido en un foco de atención antes incluso de que se juegue el primer minuto. Con más de 25.000 entradas vendidas, la cita ha escalado rápidamente desde evento deportivo a escenario de disputas simbólicas y narrativas enfrentadas.

La recaudación del encuentro se destinará íntegramente a iniciativas de ayuda a los palestinos, un aspecto que ha sido destacado por sus organizadores y defendido por las figuras públicas que han expresado su apoyo. Sin embargo, el clima previo dista de ser unánime, y el comunicado de la CJB añade una nueva capa a las tensiones acumuladas en torno al duelo ▪