A pocos días de que una delegación empresarial de CONPYMES viaje a Israel para firmar dos acuerdos de cooperación, su presidente, José María Torres, explica en una entrevista con Enfoque Judío por qué considera urgente restablecer los puentes comerciales en un momento de tensiones políticas y retrocesos económicos. La misión busca "decir claramente que los empresarios españoles no participamos de boicots" y sentar bases de colaboración tecnológica duradera.
La visita llega en un momento especialmente delicado. Tras los anuncios del Gobierno español de medidas y restricciones que han afectado a diversos sectores vinculados con Israel, el clima político se ha enrarecido y algunas empresas han denunciado incertidumbre y freno en operaciones comerciales. Pese a ello, CONPYMES —que agrupa a más de dos millones de pequeñas y medianas empresas y autónomos— ha decidido encabezar una misión que busca precisamente lo contrario: estabilidad, cooperación y diálogo económico.
La delegación, que incluirá encuentros con representantes del Gobierno de Israel, la Knéset, la Cámara de Comercio, el Instituto de Exportaciones de Israel y empresas tecnológicas punteras, se presenta como un primer paso de una estrategia más amplia. "No vamos a hacer un viaje y ya está", insiste Torres. La organización quiere crear un ecosistema fluido de misiones empresariales en ambas direcciones, generar sinergias estables y, sobre todo, aislar la relación económica del ruido político.
El viaje se ha estructurado como una misión "simbólica pero firme", según su presidente. El objetivo inmediato es reforzar los lazos económicos e institucionales; el de fondo, demostrar que las empresas españolas —que representan el 99,8% del tejido productivo— mantienen una visión distinta a la confrontación política.
Una delegación para restablecer puentes
Pregunta.– ¿Cómo surge este viaje precisamente ahora, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez aplica un paquete de sanciones que afectan a las relaciones comerciales con Israel?
Respuesta.– Estamos viendo que un sector de la sociedad y del Gobierno ha alentado, por un tema electoral, el odio hacia Israel y hacia la comunidad judía. Desde el sector empresarial no estamos de acuerdo con todo esto, lo consideramos muy injusto. Pensamos que como organización debíamos dar el paso de ir allí y estabilizar unas relaciones comerciales que siempre han existido entre España e Israel. Hay una historia común entre el pueblo judío y el español, y no se tiene que romper. Estamos en contra de cualquier boicot hacia Israel, y menos a nivel comercial. Creemos que ahora era el momento de ir y firmar acuerdos duraderos que afiancen la relación empresarial entre ambos países.
Me reuní primero con el cónsul en Barcelona y luego con la Embajada. A partir de ahí pensamos en hacer un viaje completo: visitar al Gobierno, al Parlamento, a empresas tecnológicas… El objetivo es establecer relaciones duraderas y que se entienda que el mundo empresarial va aparte de las decisiones políticas que se puedan tomar en un momento determinado.
Pregunta.– ¿Cuántas personas integran la delegación y encontraron obstáculos al organizarla?
Respuesta.– Vamos una delegación de nueve personas. También estamos en una época complicada y había gente con miedo a ir, que pensaba que era peligroso. Por eso creemos que una delegación de nueve o diez personas era suficiente para empezar a reforzar las relaciones comerciales con Israel.
Más adelante, cuando se vea que no pasa nada, podremos llevar más empresarios para que puedan establecer relaciones comerciales, que es de lo que se trata. Las empresas vamos aparte: no somos responsables de decisiones que generen odio. Y alentar el odio tampoco es una forma de buscar la paz.
La representatividad de CONPYMES y el papel de la tecnología
Pregunta.– ¿Qué es CONPYMES exactamente? A menudo se asocia la pyme a sectores más tradicionales, pero su agenda parece muy tecnológica.
Respuesta.– Somos una organización que nace en 2021 como CONPYMES, pero llevamos años trabajando como plataforma para defender los intereses de las pymes y de los autónomos de España. Representamos a 2.100.000 empresas y autónomos. En España existe una casuística particular: la CEOE tiene el monopolio de la representatividad; España es el único país donde una sola organización tiene ese monopolio. Estamos luchando para que en el diálogo social haya más pluralidad.
Tenemos todos los sectores dentro de nuestra organización, excepto la gran empresa, porque esas están representadas por la CEOE. Pero la gran empresa no es enemiga de la pyme; al contrario, las grandes suelen ser tractoras de las pequeñas. En Europa, junto con la Comisión Europea, estamos impulsando la democratización del diálogo social, porque solo nosotros defendemos la morosidad, la contratación pública para pymes y otros temas fundamentales.
Pregunta.– ¿Qué peso económico representan las pymes en España?
Respuesta.– En global, las pymes emplean a unos 10 millones de trabajadores y representan aproximadamente el 64% del PIB. Cuando conseguimos logros políticos, como que se baje un 5% el impuesto de sociedades, eso beneficia a todas las empresas. Por eso la pregunta "¿a quién representan?" es relativa: representamos a todas las pequeñas empresas porque nuestros logros las benefician a todas.
Pregunta.– Mencionaba la inteligencia artificial y la tecnología como claves de desarrollo…
Respuesta.– El futuro está en la tecnología y en la inteligencia artificial. Estamos haciendo acuerdos con países punteros: estuvimos en Alemania, donde trabajamos con el Instituto Fraunhofer; iremos a China a ver empresas tecnológicas, y en el futuro también a Estados Unidos. Si queremos que las empresas españolas sean competitivas, necesitamos acuerdos con quienes más innovan. En Europa hay más burocracia que innovación; por eso hay que ir a países que puedan ayudarnos en tecnología, IA y productividad.
Pregunta.– ¿Y en el caso de Israel?
Respuesta.– En Israel no es solo tecnología, también es decir claramente: "los empresarios españoles no estamos de acuerdo con el boicot ni con marcar comercios israelíes o destruirlos, como se ha visto en algunos casos".
Acuerdos marco, tecnología y un mensaje político-empresarial
Pregunta.– ¿Qué papel tiene la tecnología para las pymes españolas?
Respuesta.– El 99,8% del tejido empresarial español son pymes. Solo hay unas 7.000 grandes empresas. Dentro del sector pyme también hay empresas muy avanzadas tecnológicamente, igual que en Israel: muchas empezaron como startups y luego fueron multinacionales. Si queremos que nuestras pymes crezcan, tienen que innovar, aplicar tecnología y ser más competitivas. Una empresa grande tiene más recursos para invertir; por eso es importante que crezcan.
Pregunta.– Van a firmar dos acuerdos en Israel. ¿Qué contienen y qué buscan?
Respuesta.– Buscan fortalecer las relaciones comerciales bilaterales. Queremos avanzar en el desarrollo económico y firmar acuerdos que sirvan tanto a las empresas españolas como a las israelíes. No queremos hacer un viaje y ya está: queremos crear colaboración continua, misiones de ida y vuelta, sinergias con futuro. Un ecosistema estable para ambas partes.
Pregunta.– ¿Este tipo de acuerdos no deberían firmarse a nivel de Estado?
Respuesta.– Sería bueno, pero con la situación actual de España y la inestabilidad política, si el Estado no lo hace, lo haremos los empresarios. Las empresas crean la riqueza y si van mal, el país va mal. Los Estados deberían dar el paso, pero si no lo hacen, no podemos paralizarnos.
Pregunta.– ¿Cómo continuará la cooperación después de esta visita?
Respuesta.– Explicaremos los acuerdos y las ventajas de este comercio bilateral. Pondremos en contacto a empresas españolas con israelíes para generar sinergias. También trabajaremos con la Cámara de Comercio de España, el Instituto de Exportación de Israel. El objetivo es que cada vez más empresas se ayuden entre ellas.
El mercado israelí, el impacto del boicot y la percepción empresarial
Pregunta.– ¿Tienen estudios sobre el mercado israelí que orienten su estrategia?
Respuesta.– Sí. Según Exteriores, había más de 2.500 empresas españolas exportando a Israel por un valor superior a 2.000 millones, e Israel exportaba a España por unos 1.000 millones. Ahora hay que intentar aumentar el negocio para ambos países.
Pregunta.– ¿Se han visto perjudicadas las relaciones comerciales?
Respuesta.– No tenemos los datos de este año, pero está claro que sí, sobre todo después de los anuncios del Gobierno. El boicot ha perjudicado a empresas israelíes, especialmente en sectores como el armamento. No hay datos oficiales, pero es evidente. Por eso queremos decir que los empresarios españoles no estamos de acuerdo con este boicot y dar apoyo a Israel, que es una democracia. Si no damos apoyo a Israel, vamos mal como país.
Pregunta.– ¿Cuál es la actitud general del sector empresarial español hacia Israel?
Respuesta.– Hay miles de empresarios y opiniones diversas, pero lo mediático ha influido: se ha hablado de genocidio, de culpabilizar a Israel… Eso puede influir en algunas personas. Pero los empresarios no están para política, están para sus negocios y para relaciones estables. Lo nuestro es abrir la puerta y decir: "Ya está bien de lo que está pasando, los empresarios no estamos de acuerdo".
Dejaron de ir delegaciones bien por miedo a la situación (de guerra) o por miedo a represalias de algunos sectores de ultraizquierda, pero quienes vamos conocemos Israel y no tenemos miedo.
Pregunta.– ¿La delegación representa a alguna región concreta?
Respuesta.– Van personas de toda España. Es una delegación simbólica, de nueve o diez personas. Tampoco hemos dado mucha publicidad por temas de seguridad para algunos miembros. Pero este es el primer paso para muchas misiones más. Los gobiernos cambian; las empresas continúan. Miles de trabajadores dependen de ellas, no de decisiones políticas puntuales.
Pregunta.– En esencia, diría que se trata de volver al curso normal tras la guerra de Gaza. ¿Es así?
Respuesta.– Sí. Antes las relaciones eran normales. Después de la guerra vimos manifestaciones en Madrid y Barcelona que acabaron marcando comercios, destruyendo locales, un despropósito total. Parecía que a algunos sectores les sentó mal incluso que hubiera un alto el fuego. Por eso pensamos que ahora era el momento de enviar esta primera delegación, visitar a todas las entidades previstas y restablecer y fortalecer la relación comercial. Alguien tenía que dar el paso, y en este caso somos nosotros ▪
