Sarah Aizenman, presidenta de la ONG francesa Nous Vivrons (Nosotros viviremos), dedicada a la lucha contra el antisemitismo, considera que la expulsión del grupo de menores judíos franceses de un avión de Vueling el pasado 23 de julio, no es un incidente aislado, sino una consecuencia directa del clima antisemita que —según afirma— se ha normalizado en Europa.
"No es sólo responsabilidad de Vueling, ni sólo de la Guardia Civil o del gobierno español. Es una cadena de malas decisiones alentada por el clima antisemita que vivimos desde hace dos años", declaró en una entrevista hace unos días a Enfoque Judío.
"Existe una banalización del antisemitismo, una percepción negativa de los israelíes y, por consecuencia, de los judíos. En este caso, estos niños fueron identificados como israelíes por Vueling, luego por la Guardia Civil y después por Óscar Puente. Y ahí aparece el sesgo: como si todo estuviera permitido contra los israelíes, los judíos, incluso cuando se trata de niños franceses", agregó.
Un antecedente que condicionó el regreso
El grupo de adolescentes, parte de un campamento de verano de la empresa Club Kineret, había volado desde París a Valencia sin mayores problemas. Durante ese primer trayecto, según Aizenman, los jóvenes estuvieron "muy excitados, como cualquier grupo que empieza sus vacaciones", pero no hubo ningún incidente reseñable. Sin embargo, en el vuelo de regreso, algunos miembros de la tripulación —que también habían estado en el vuelo de ida— reconocieron al grupo y les advirtieron al subir al avión que deberían comportarse con calma.
Un solo menor, sentado en la fila 30 ???, pronunció una palabra en hebreo —"Lil Mot" (EJ- extraída de la berajá de Birkat Hamazón)— que solía iniciar un cántico grupal. Pero, según el relato, nadie respondió, no hubo canto alguno, y la situación fue controlada. Aun así, el personal de cabina se mostró molesto, les pidió borrar vídeos grabados con móviles durante su intervención, y posteriormente se solicitó la intervención de la Guardia Civil.
"Cuando llegó la Guardia Civil, los niños estaban completamente tranquilos. No había ninguna situación que justificara su expulsión. Fueron tratados con una severidad que no se corresponde con los hechos", afirmó.
El papel del tuit de Óscar Puente
Aunque Aizenman aclara que Nous Vivrons no actúa como portavoz de los menores ni de la organización juvenil, decidieron intervenir a raíz del incidente y a raíz de un tuit del ministro de Transportes de España, Óscar Puente, en el que se refería despectivamente a los niños como "niñatos israelíes".
"Ese tuit fue claramente antisemita. No por lo que dijo, sino por lo que implica: una asociación automática entre comportamiento molesto y nacionalidad israelí. Y eran niños judíos franceses. Cuando lo vimos, supimos que había que protestar", señaló.
Según la presidenta de la ONG, ese mensaje —que fue posteriormente eliminado— fue lo que motivó la protesta organizada el domingo 27 en el aeropuerto Orly de París, frente a los mostradores de Vueling, y provocó que el Gobierno francés exigiera explicaciones formales tanto a Vueling como a las autoridades españolas.
"La discriminación fue por llevar kipá"
Las posturas de las partes sobre los hechos es completamente opuesta. La aerolínea sostiene que los menores se portaron mal y toquetearon todo tipo de equipos de emergencia, y molestaron a la tripulación durante las instrucciones de seguridad del vuelo. Los testimonios de los menores y sus instructores descartan de plano ese comportamiento y aseguran que todo comenzó a raíz de que uno de ellos propuso cantar la canción que nadie secundó, y por la que la tripulación les recriminó desde una posición discriminatoria.
Preguntada sobre si los niños llevaban símbolos religiosos visibles (el capitán del avión dijo a Enfoque Judío que no era así), Aizenman lo confirma: algunos portaban kipá, otros tzitzit, lo que habría facilitado su identificación como judíos desde el primer vuelo.
"No podemos afirmar si hubo una intención consciente de discriminar, pero si se juntan todos los testimonios y hechos, es evidente que estos menores fueron tratados de forma distinta por ser judíos. Eso es lo que denunciamos", subrayó la activista.
Los siguientes pasos
En este caso particular, en el que hay involucrados abogados, la ONG Nous Vivrons considera que misión es poner el foco mediático y político sobre el caso, "mantener la presión sobre el Gobierno francés", Ahora, el proceso queda en manos de los abogados, que —según confirma— ya están trabajando con las familias para presentar una denuncia formal contra Vueling. Aizenman no sabía si sería en Francia o en España.
"Nuestro trabajo es visibilizar. Ahora les toca a los abogados. Pero lo que ocurrió fue grave: los niños pasaron la noche solos en Valencia sin sus responsables, cuando deberían haber regresado con normalidad a casa", concluyó ▪