Diversas organizaciones judías internacionales y comunidades locales expresaron su rechazo frente a la Conferencia de Emergencia del Grupo de La Haya, celebrada esta semana en Bogotá, Colombia. La cumbre, impulsada por los gobiernos de Colombia y Sudáfrica, reunió a representantes de 30 países, entre ellos España como observador, con el objetivo de acordar medidas coordinadas contra Israel por la guerra de Gaza.
Para el American Jewish Committee (AJC), el encuentro no tiene legitimidad ni representa un esfuerzo genuino por la paz. "No se dejen engañar: la reunión del Grupo de La Haya en Bogotá no es más que un festival de odio contra Israel", declaró la organización en redes sociales. En la misma línea, denunció la presencia de figuras como Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, y el exlíder laborista británico Jeremy Corbyn, señalando que ambos "tienen un historial de promover tropos antisemitas". Para el AJC, la conferencia es "una burla de lo que debería ser una auténtica conferencia de paz".
Por su parte, el Congreso Judío Mundial también criticó duramente el evento, calificándolo como una plataforma internacional hostil hacia Israel. "El Grupo de La Haya es una coalición de países centrados en atacar a Israel en el escenario mundial", afirmó, destacando que la participación de Albanese, "recientemente sancionada por Estados Unidos por utilizar el derecho internacional como arma contra Israel", no sorprende. Según la organización, "Colombia se ha posicionado como una plataforma para el antisemitismo. Y esto no es una buena imagen".
Críticas desde la comunidad judía colombiana
Desde Colombia, el director de la comunidad judía, Marcos Peckel, también manifestó su preocupación. "Es un grupúsculo de países que no busca la paz ni la convivencia, sino lapidar a la única democracia del Medio Oriente que libra una guerra por su supervivencia", declaró. Peckel agregó: "Menos mal que este grupo con su rimbombante nombre fenecerá en la irrelevancia".
Sin embargo, para el Gobierno colombiano, el encuentro representa un avance significativo. El presidente Gustavo Petro declaró que "vinimos a Bogotá para hacer historia, y lo hemos conseguido", al anunciar las medidas acordadas contra Israel. Estas incluyen impedir el suministro, transferencia y transporte de armas, así como revisar contratos públicos que puedan favorecer la "ocupación de territorios palestinos".
Por su parte, Francesca Albanese, acusada de antisemitismo por varios países, celebró lo que calificó como un "importante paso adelante" y llamó a que más países se sumen. "Ahora es el momento de que los demás Estados, desde Europa hasta el mundo árabe y más allá, se unan a ellos", expresó.
Participación de España
Entre los países firmantes, se encuentra España, cuya participación fue con carácter de observador, según distintos medios.
Sin embargo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz suscribió la declaración final, a decir eldiario.es, y apoyó las medidas propuestas en la cumbre. Según el documento conjunto, los gobiernos acordaron tomar decisiones concretas antes del 20 de septiembre, en vísperas de la 80ª Asamblea General de la ONU.
Las seis medidas adoptadas por los 8 países miembros del grupo – Bolivia, Cuba, Honduras, Senegal, Sudáfrica, Malasia, Namibia y Colombia-, más el apoyo de parte de los observadores, apuntan a romper vínculos con lo que califican como una campaña de devastación en Palestina. Entre ellas se incluye la prohibición de atraque y abastecimiento de buques con destino a Israel y el apoyo a procesos judiciales bajo el principio de jurisdicción universal.
El ministro sudafricano Ronald Lamola afirmó que "estas medidas demuestran que hablamos en serio y que es posible una acción coordinada entre los Estados". Desde la coordinación del Grupo de La Haya, Varsha Gandikota-Nellutla añadió que "durante décadas, los Estados del Sur Global han soportado el costo de un sistema internacional quebrado. En Bogotá, se han reunido para reclamarlo, no con palabras, sino con acciones" ▪