Cada viernes por la noche, antes de comenzar la cena de Shabat, se recita el kidush, la bendición sobre el vino. En la mesa suele también haber "jalá", el pan trenzado típico del Shabat… ¿Por qué la cubrimos?
Nuestros sabios enseñan que lo hacemos para no "avergonzar" al pan. En la jerarquía de las bendiciones, el pan suele ir primero. Pero en Shabbat, el vino tiene prioridad. Cubrir la "jalá" es un gesto simbólico de respeto, como si evitáramos que "presencie" cómo otra bendición toma su lugar.
También hay un sentido más profundo. Según la tradición, el pan cubierto recuerda el maná que caía en el desierto durante el Éxodo de Egipto, protegido por capas de rocío (Éxodo 16:14). Así, la "jalá" cubierta representa el cuidado y el sustento divino.
Una costumbre sencilla, que enseña sensibilidad, memoria y gratitud.
