Ocho personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico, en un ataque ocurrido este domingo en el centro de Boulder, en el estado de Colorado (EEUU), perpetrado por un ciudadano egipcio que lanzó cócteles incendiarios a un grupo de la comunidad judía local que pedían la liberación de rehenes israelíes en Gaza.
"Vertió gasolina sobre las personas, les prendió fuego y arrojó cócteles incendiarios", relató un testigo de los hechos, ocurridos en la víspera de Shavuot, apenas diez días después del atentado del Museo Judío de Washington que se cobró la vidas de dos jóvenes empleados de la Embajada de Israel.
Como consecuencia del ataque en Boulder ocho personas entre 52 y 88 años sufrieron quemaduras graves, entre ellas una mujer de 80 que se encuentra en estado crítico, informaron medios estadounidenses.
El agresor, detenido en el lugar, ha sido identificado como Muhamad Sabri Solimán, de 45 años y nacionalidad egipcia. Según los testigos, durante el ataque se identificó como palestino y grito: "¡Sois unos mierdas sionistas, estáis matando a mi pueblo, así que os voy a prender fuego!". El atacante se encontraba en el país con la visa vencida.
Soliman llegó a EEUU desde Egipto en agosto de 2022, pero se quedó más tiempo de lo estipulado en su visa de turista inicial y, finalmente, le otorgaron un permiso de trabajo de dos años, que también excedió, informó la cadena Fox News.
El ataque está siendo investigado como un "acto de terrorismo" por parte del FBI.
Caminata por los rehenes
El incidente se registró hacia las 13:30, hora local, en la intersección de la calle 13 y Pearl Street, una zona comercial donde se desarrollaba una caminata proisraelí denominada "Corran por sus vidas" ("Run for their lives"), cuyo objetivo es crear conciencia sobre los 58 rehenes que permanecen secuestrados por Hamás en Gaza. Se trata de una campaña internacional entre comunidades judías.
Inmediatamente después del ataque, el subdirector del FBI, Dan Bongino, declaró que se iban a "activar todos los medios necesarios para esta investigación", e instó a la ciudadanía a dar cualquier información que tuvieran disponible: "Si tiene pistas, por favor, contacte con el FBI. Y si ayudó o instigó este ataque, te encontraremos. No puedes esconderte".
Como medida preventiva, varios edificios cercanos fueron evacuados por las fuerzas de seguridad.
A pesar de que normalmente las autoridades estadounidenses evitan usar la palabra "terrorismo" sin una investigación completa, en este caso tanto funcionarios del FBI como el gobernador han empleado el término "acto de terrorismo" desde las primeras horas. No así el fiscal del Estado, Phil Weiser, que se inclina más por un "crimen de odio".
El primer ministro israelí, Beniamín Netanyahu, dijo en un comunicado que las víctimas fueron atacadas "simplemente porque eran judías" y que confiaba en que las autoridades estadounidenses procesarían "al perpetrador a sangre fría con todo el peso de la ley".
10 días después del Museo
Este nuevo ataque se produce apenas diez días después del atentado en el Museo Judío de Washington, en el que un activista propalestino asesinó a disparos, al grito de "Free Palestine", a dos jóvenes empleados de la Embajada de Israel en Washington, antes de entregarse a las fuerzas de seguridad.
Aunque las autoridades de Colorado aún no han vinculado formalmente ambos hechos, la proximidad temporal y el trasfondo de tensión en torno al conflicto en Gaza han generado inquietud en las comunidades judías de EEUU y entre los responsables de Seguridad nacional.
Leo Terrell, jefe del grupo de trabajo sobre antisemitismo del Departamento de Justicia, afirmó que "este no fue un incidente aislado. Este ataque terrorista antisemita es parte de una horrible y creciente ola de violencia contra los judíos y sus partidarios simplemente por ser judíos o defender vidas judías", dijo.
Por su parte, el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, un destacado demócrata, judío, dijo que seguía de cerca la situación: "Esto es horrible y no puede continuar. Debemos enfrentarnos al antisemitismo" ▪
