La Generalitat de Cataluña ha anunciado el cierre inmediato de su oficina comercial en Tel Aviv, en respuesta a la situación humanitaria en la Franja de Gaza, en una medida impulsada por un acuerdo entre el Gobierno de Salvador Illa y los Comuns, y que fue oficializada este miércoles en una reunión entre el conseller de Presidencia, Albert Dalmau, y la líder de los Comuns en el Parlamento catalán, Jéssica Albiach, informó el diario La Vanguardia.
La oficina, inaugurada en julio de 2015 bajo el mandato de Artur Mas, formaba parte de la red internacional de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat. Su objetivo era impulsar las relaciones comerciales y empresariales con Israel y los países del entorno, apoyando a empresas catalanas interesadas en establecer vínculos tecnológicos, científicos y económicos en la región. Tel Aviv, considerada un hub global de innovación y tecnología, era vista como un punto estratégico dentro de la red de oficinas exteriores de la Generalitat.
El presidente Illa defendió la medida en el Parlamento autonómico afirmando que "la posición del Govern ha sido siempre clara", y negó que haya una doble vara de medir entre los conflictos de Ucrania y Gaza. "Hemos tomado la decisión que debíamos tomar", subrayó. En la misma línea, la portavoz del Ejecutivo catalán, Silvia Paneque, criticó el "doble rasero" aplicado por ciertos sectores ante el conflicto, y expresó el compromiso del Gobierno con los derechos humanos.
Jéssica Albiach celebró públicamente la clausura y argumentó que Cataluña no podía seguir "impasible" ante lo que calificó como "apartheid" y "genocidio" en Gaza, citando cifras de víctimas provenientes de Hamás acerca de más de "53.000 muertos", incluidos "15.000 niños".
La clausura de esta delegación, con carácter inmediato, se produce en un contexto de creciente presión política e internacional sobre Israel por la situación humanitaria en Gaza y la última operación militar en la franja para conseguir la liberación de los 58 rehenes aún en poder de Hamás.
Desde la oposición, el partido "Junts per Catalunya" reaccionó con dureza a la decisión. En un mensaje por redes sociales, Carles Puigdemont, su dirigente, acusó al PSC de ceder ante los Comuns por intereses de poder y consideró la decisión como parte de una estrategia para "debilitar Cataluña": "La vivienda, la fiscalidad, el turismo, la industria o las relaciones exteriores. Todo se sacrifica en aras de mantenerse en el poder y poder culminar la estrategia de desmontar Catalunya", añadió.
El portavoz de Junts, Josep Rius, afirmó que el cierre perjudica a las empresas catalanas con intereses en la región y no tendrá impacto real sobre el conflicto. También criticó la falta de consenso interno en el Govern y la ausencia en la decisión de consejeros clave, como Miquel Sàmper.
El Gobierno catalán considera que el cierre de la oficina comercial en Tel Aviv no tendrá un efecto significativo en el mercado catalán. Basa esta valoración en el volumen de exportaciones a Israel, que en 2024 alcanzaron los casi 600 millones de euros, lo que representa solo el 0,6% del total exportado. Entre los productos más exportados destacan vehículos, perfumería y cosmética, aparatos eléctricos, plásticos y maquinaria, informó la web Crónica.
Además, señala que la presencia comercial en Israel ya se había debilitado desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, con la cancelación de misiones empresariales. Aunque la oficina de Tel-Aviv gestionaba unos 50 proyectos anuales, las exportaciones catalanas al país han disminuido un 15,1 % entre 2022 y 2024, situando a Israel en el puesto 29 entre los destinos de las exportaciones catalanas ▪