Es inquietante comprobar cómo la –digamos- "élite cultural" se pliega a la llamada de los pastores. Pastores poderosos de un rebaño que ha cerrado filas en torno al error, que defiende el crimen y el anti-mundo y muchos otros no-valores que de toda la vida consideramos incorrectos.
No esperamos otra cosa de parte de la izquierda, siempre antisemita, pero siendo judíos muchos de ellos ¿no cabía esperar una micra de redención? Que cientos de creadores de toda índole pidan firmar manifiestos condenando un genocidio inexistente y exigiendo la legitimación de un Estado también inexistente rompe mi mundo porque yo crecí con parte de esta gente, trabajé con ellos, empezamos juntos, muy jóvenes, en la Universidad o en movimientos culturales underground, haciendo lo que ahora mismo se considera cultura. La forjamos desde sus raíces y ahora estamos en bandos opuestos.
Mientras admiro la brillantez profesional y humana de ciertos escritores y pensadores contemporáneos que no nombraré, me niego a aceptar a quienes dicen "condenamos el genocidio sionista" o "estamos contra la guerra" y ponen sandías en sus redes sociales sin el menor problema en llamar nazi a Netanyahu. La mentira se ha apoderado del relato, la masa admira a sus ídolos de siempre, ídolos que o no pueden decir la verdad porque perderían contratos o simplemente son malos por ignorancia o buenismo. Porque no se puede ser TAN ciego.

El "Emperador" está desnudo. Pedro Almodóvar, el gran YO, el gran Ego, exige romper relaciones con Israel sin acordarse del 7-O o de los rehenes, en un relato salpicado de lugares comunes donde no falta la dolorosa y ofensiva -para un judío- palabra "genocidio". La banalidad del término duele porque engloba a un pueblo atacado que se está defendiendo. Le recordaría que tal vez salvo la inicial, sus primeras películas las produjo un judío y no hizo ascos a sus fiestas ni a codearse con Warhol y otros sin importarle su ideología. No niego su talento, pero condeno su oportunismo.
Ojo por ojo y diente por diente, Pedro Almodóvar, me ofendes desde tu atalaya de intocable y yo sé que eres de carne y hueso y que te ha costado mucho vencer tus miedos y te recuerdo en los tiempos en los que tenías que posponer un rodaje por falta de medios, y cuando peleábamos por un mundo mejor. No un mundo comunista, no, simplemente mejor. Cuando éramos equipo, piña, parte de la "contracultura", risa, acción, trabajo…
Y recuerdo que en 1984 fuiste a NYC, invitado por un Festival de Cine y probablemente en un arranque de envidias, un famoso poeta/escritor hizo unas declaraciones dejando a entender que tú no tenías nada que hacer en NYC en un Festival tan trendy, con esa ropa moderna y tu look innovador. Algo llegó a tus oídos porque a tu vuelta te recogí en Barajas y me preguntaste: -"Oye, he escuchado que JMU ha hecho comentarios sobre mí. ¿Qué dijo?" -"Nada, ya sabes cómo es…" -"Sí, pero dime lo que dijo" -"Algo así como que no era tu ambiente" -"O sea que con traje de Alvarado en NYC no, que a mí lo que me va es la boina y la garrota, ¿verdad?" -"Bueno, si lo quieres ver así…".
Te vi tragar saliva y te brillaron los ojos y te volviste hacia la ventanilla del coche y pensaste, probablemente, "juro por esta tierra de Tara…". Y entendí que ibas a arrasar porque tenías tanto resentimiento almacenado que sólo pisando más fuerte y haciendo más bulla conseguirías ser grande. Talento no te faltaba.
Y ahora que estás arriba, como tantos otros de tus/nuestros compañeros de batalla, escritores, rockeros, actores, cineastas o famosillos, juzgas, decides e insultas a algunos de los que te llevaron a la cima en la que estás: el pueblo judío. Porque cuando dices las cosas que dices no atacas a un gobierno, no, estás denigrando a millones de personas. Como en tantos otros que opinan como tú, sin ser conscientes del daño que hacéis a la Humanidad -porque aquí nos estamos jugando la paz en Occidente-, creo que asoma el ignorante y el prepotente que busca revancha. Sin querer ofender ▪
Elena Gabriel, nacida en Buenos Aires y residente en Madrid desde 1974, es políglota, periodista y colaboradora en el panorama musical.






