Valencia enfrenta una creciente polémica por la presencia de grafitis en el casco antiguo que combinan, entre otros elementos, estrellas de David con cruces gamadas, símbolos que, según expertos y asociaciones judías, constituyen ataques directos a la comunidad judía de la ciudad. La inquietud surge ante la aparente inacción del Ayuntamiento, que mantiene abiertas decenas de incidencias sin resolver, mientras otras pintadas políticas o comerciales se eliminan con rapidez.
Así lo aseguran la Asociación de Amistad Comunidad Valenciana Israel y el Movimiento contra la Intolerancia (MCI). Fuentes de ambos organismos, explicaron que desde septiembre de 2025 se ha detectado una actividad intensa de grupos antisistema, con campañas agresivas y reuniones en distintas asociaciones, que incluyen la colocación de estos grafitis: "Antes del verano, el Ayuntamiento siempre respondía en 24 o 48 horas a borrar los grafitis; desde septiembre, no borra nada".

Mensajes antisemitas
Los grafitis no se limitan a simples mensajes políticos: "Casi todas las que hemos aportado son básicamente la estrella de David con la esvástica dentro, que constituyen un ataque directo a la comunidad judía".
Según la Asociación, que ha apelado con el problema a la Alcaldía, en los últimos seis meses se han registrado en la AppValencia más de 40 incidencias por grafitis de este tipo, ninguna de las cuales ha sido atendida, mientras otros grafitis de índole política o comercial, o simples garabatos, sí se eliminan en los plazos más o menos establecidos.
Después hay también agresivos grafitis contra Israel, y los israelíes, que cruzan cualquier línea de crítica política legítima como "muerte a Israel", "muerte al estado de Israel", "fuera sionistas" o "muerte a los sionistas", mensajes que piden la aniquilación o la expulsión de personas por sus ideas, creencias u origen, y por tanto constituyen delito de odio.
"Se ha producido una dejación de funciones evidente. No sabemos si es por razones políticas, por falta de presupuesto o por otra causa, pero lo que está claro es que estas pintadas permanecen meses sin que nadie actúe", explicaron las fuentes. Y destacaron que el problema no se limita a un simple vandalismo urbano: "Son mensajes de odio inequívocos contra las comunidades judía e israelí que residen en la ciudad".

Valencia, epicentro de antisemitismo
La Comunidad Valenciana está considerada uno de los tres epicentros de España en materia de antisemitismo y anti-israelismo en los últimos años, debido a la acción de grupos radicales que actúan en la ciudad y a una permisividad institucional que ha sido percibida por grupos de lucha contra el antisemitismo.
El problema de los grafitis antisemitas en Valencia refleja, según ambas organizaciones, un fenómeno más amplio, que la ciudad se enfrenta a un incremento de mensajes de odio y antisemitismo que se combina con la falta de respuestas concretas de la administración, generando un ambiente donde los mensajes discriminatorios permanecen visibles y normalizados.
Desde la masacre del 7 de octubre han proliferado todo tipo de manifestaciones que, a decir de los denunciantes, incurren en antisemitismo, con casos documentados en escuelas -que las víctimas se niegan a denunciar por temor a ser señalizados o represalias-, campañas de adoctrinamiento desde edades tempranas en centros educativos -tanto públicos como algunos concertados-, y actividades en universidades y centros culturales que contribuyen la "creación de un nuevo relato" que demoniza y deslegitima a Israel. En algunos de los casos, más allá de la proliferación del odio antisemita, está el problema de la financiación pública a estas actividades.

Valencia ayuda a construir un "nuevo relato"
En relación a lo anterior, sin ir más lejos, la semana pasada tuvo lugar una conferencia tanto en la Universidad Jaume I como en la Universidad de Valencia, con el apoyo de ambas universidades, de la Generalitat Valencia y de Cooperació Valenciana titulada: "Palestina, analizar y construir un nuevo relato".
La organización de la misma corresponde a la Fundación Mundubat, que según distintos medios españoles colabora con Ibon Meñika, ex-recaudador de la banda terrorista ETA y que lideró los ataques antisemitas contra el equipo israelí en la Vuelta Ciclista.
Esta conferencia forma parte del curso virtual "Opinión desocupada. Analizar y construir un nuevo relato sobre Palestina", que ha contado con la financiación de la Vicepresidencia Primera i Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana.
Según la propia página web de la Fundación Mundubat, "no se trata solo de entender qué está pasando a Palestina, sino de replantear cómo lo explicamos para lograr que más personas se movilicen y acabar con esta situación" y establecen como objetivo la construcción del relato entorno a Palestina e impulsar acciones comunicativas para favorecer la movilización social.

Apelación al Ayuntamiento
La Asociación y el MCI detallan que en relación a los grafitis se han presentado al Ayuntamiento dos escritos distintos por registro de entrada, con anexos de fotografías y direcciones, para solicitar explicaciones. La Asociación, quien se encargó de registrar la solicitud físicamente en el Ayuntamiento asegura que "cuando el funcionario los recibió dijo: ‘Ya veremos si estas se borran’", indicaron las fuentes.
El sistema de la Alcaldía respondió este martes que los escritos serían "trasladados al Servicio correspondiente, a los efectos de su consideración".
"Esto ya no se puede permitir; estamos cansados de ver estas pintadas en el casco antiguo sin que nadie haga nada", se quejó la Asociación de Amistad para quien "esto nos demuestra que no es por falta de recursos ni de tiempo; es una permisividad selectiva".
Limpieza selectiva
En la práctica, esta permisividad significa que las incidencias quedan abiertas, con número de registro, pero sin resolución.
"Estamos hablando de un total de unas 40 incidencias abiertas, ninguna se ha ejecutado. Y eso que hemos visto otras pintadas al lado que sí se borran".
Además, se ha registrado un caso en el que trabajadores de limpieza cumplen órdenes contradictorias: por un lado borran ciertos grafitis, mientras que otros de corte antisemita a su lado quedan tal cual, a pesar de tener incidencias abiertas ▪
