La crisis bilateral entre España e Israel estos últimos 20 meses parece no llegar a una completa resolución. Después de llamar a consultas a la embajadora Rodica Radian-Gordon a mediados de 2024 por las críticas del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la Guerra en Gaza y el reconocimiento del Estado palestino, y de no enviar a finales de año al embajador designado Tzvi Vapni, Israel ha nombrado ahora a una nueva diplomática al frente de la legación en Madrid, pero no será con rango de embajadora.
Dana Erlich, que ya ha tenido ese rango en Irlanda y había sido designada en diciembre como embajadora en Eslovaquia, se hizo cargo de la Embajada en Madrid a mediados de julio desde el puesto de encargada de negocios, en el que reemplaza a Dan Poraz, que ha estado cumpliendo esa función desde que Radian-Gordon abandonó el país, confirmaron a Enfoque Judío fuentes diplomáticas. Poraz permanecerá en sus funciones habituales como ministro consejero.
El reemplazo al frente de la Embajada de Israel tiene una doble lectura. Por un lado, el hecho de que no sea designada como embajadora refleja claramente la severa crisis bilateral por la que pasan los dos países, que no parece tocar fondo dada la política española de acoso internacional hacia Israel en los últimos meses. Por el otro, la designación de una diplomática con rango de embajadora como jefa de delegación es, a priori, un paso en la dirección correcta.
Cuando el actual ministro de Exteriores Gideón Saar llegó al cargo, en noviembre de 2024, en sustitución de Israel Katz, hubo tímidos intentos para reformular la relación bilateral e incluso llegó a reunirse en persona con su colega español, Juan Manual Albares, en la Conferencia de Múnich, pero las relaciones siguieron deteriorándose. El nombramiento de Erlich quizá sea una fórmula creativa de designar un embajador, como quería Saar, sin "premiar" las duras decisiones y críticas del Gobierno de Sánchez sin retribución diplomática alguna.
Erlich trabajaba desde Madrid
Nacida en 1980 y de origen argentino, Erlich esa una valorada y respetada profesional de la diplomacia israelí y tras concluir de manera abrupta su misión en Irlanda –el otro país más crítico de Israel en Europa, junto con España- se había radicado primero en Londres, y después en Madrid, para seguir gestionando las relaciones a distancia, hasta el cierre de la embajada en Dublín.
Durante su misión en Irlanda tuvo varios enfrentamientos con el presidente irlandés, Michael Higgins —abiertamente hostil hacia Israel—, quien la acusó incluso de haber filtrado una carta de felicitación al nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian. Sin embargo, la acusación resultó ser falsa y fue la embajada de Teherán en Irlanda la que había publicado la carta en su cuenta de X, según el medio Ynet. También llegó a recibir amenazas personales de distintos grupos propalestinos.

Tras ser llamada a consulta, pasó varios meses trabajando desde Londres, y poco después el Ministerio de Asuntos Exteriores la trasladó a Madrid por razones laborales, dado que el Ministerio de Finanzas de su país se negaba a pagar salario de expatriado a los embajadores que, por la crisis diplomática, eran llamados a consulta, según el citado medio israelí.
En noviembre pasado, la nueva jefa de delegación en Madrid fue nombrada a priori como embajadora en Eslovaquia, cargo que aparentemente no ha llegado a ocupar.
Erlich es licenciada en Artes por la Universidad de Betzalel, y tiene un máster en Comunicación Política por la Universidad de Tel Aviv. En el Ejército sirvió como oficial de inteligencia militar y en 2010 ingresó el curso de cadetes del Ministerio de Exteriores.
Antes de su nombramiento como embajadora en Irlanda, fue ministra consejera de Asuntos Políticos en la Embajada de Israel en Londres. También ha desempeñado funciones en Costa Rica, Estados Unidos y como representante israelí en el Programa de Becas sobre Desarme de las Naciones Unidas ▪