La Obra Cultural Balear (OCB) de Manacor ha cancelado una conferencia sobre antisemitismo después de que la investigadora invitada, la doctora en Historia Laura Miró Bonnín, fuera acusada públicamente de ser "abiertamente sionista". El hecho, ha desatado un intenso debate sobre los límites del activismo político, la libertad académica y el clima social en la isla.

La organización confirmó en sus redes sociales la suspensión de la actividad, titulada ‘El antisemitismo contemporáneo en Mallorca y sus repercusiones en la comunidad xueta’, prevista para celebrarse este miércoles. Poco antes, el colectivo Arran Mallorca había señalado a la ponente como "una persona abiertamente sionista que usa el antisemitismo para justificar el exterminio del pueblo palestino", además de llamar a "no ceder ningún espacio al sionismo", informó el diario Última Hora de Mallorca.

Presiones y celebraciones en redes

La reacción a la cancelación fue inmediata. El grupo Ciutadans per Palestina celebró públicamente la decisión y aseguró que Mallorca "ha vuelto a demostrar que es antisionista". El colectivo añadió: "De la misma manera que ninguna institución invitaría a ponentes que hacen apología del nazismo, ninguna institución debe invitar a altavoces del sionismo que niegan y ridiculizan el asesinato de centenares de niños palestinos", según recogió el diario.

Por su parte, Laura Miró expresó su malestar a través de su cuenta en X. "Me invitan y lo anulan. Trabajas en una presentación para nada. Gracias, OCB, creo que nunca me había pasado esto. Espero que no me volváis a llamar", escribió la investigadora, señalando además que no había recibido explicaciones directas de la entidad.

En otro mensaje, Miró expresó que la organización ni siquiera se había puesto en contacto con ella: "No han tenido ni el coraje de llamarme. Me he enterado por Facebook, que ni siquiera tengo". La autora también compartió su queja sobre el trato recibido y el error en la escritura de su apellido: "No saben ni escribir Bonnín. Me invitan y lo anulan. Y no han tenido ni el coraje de llamarme.

Miró Bonnín, doctora en Historia especializada en la historia xueta y la discriminación que estos han sufrido durante siglos, ha sido blanco de todo tipo de ataques antisemitas por parte de grupos de izquierdas y propalestinos en los dos últimos años.

La versión de la OCB y las quejas internas

La presidenta de la delegación de la OCB en Manacor, Cristina Salom, explicó que la cancelación fue una decisión de la junta directiva después de recibir quejas de algunos socios y de otras personas vinculadas a la entidad. En declaraciones recogidas por el medio local CentxCent, Salom afirmó: "Hemos considerado que no queríamos abrir un melón que no se puede abrir por muchas razones. Hemos escuchado y recogido estas opiniones y por eso hemos decidido cancelarlo".

La dirigente no ofreció más detalles sobre el tipo de presiones o la naturaleza exacta de las quejas, pero subrayó que la decisión se tomó tras valorar diversas opiniones internas. La OCB, por su parte, no ha difundido por ahora un comunicado más amplio sobre el suceso más allá de confirmar la suspensión en sus redes sociales.

La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) preguntó por redes a la OCB de Manacor las razones que habían conducido a la cancelación de "una charla en Manacor sobre antisemitismo y sus repercusiones en la comunidad chueta".

Un debate que trasciende la cancelación

La charla, orientada a analizar el antisemitismo contemporáneo en Mallorca y sus efectos en la comunidad xueta —un colectivo históricamente marcado por la discriminación—, pretendía abordar un asunto sensible en la historia y la vida cultural de la isla. La polémica, sin embargo, ha desplazado el foco hacia la relación entre militancia política, libertad de expresión y espacio institucional para el debate académico.

Miró, que es escritora, investigadora e historiadora, reiteró que no ha recibido una explicación directa sobre las razones específicas de la cancelación, aunque afirmó que considera que el motivo "todos lo sabemos". La polémica ha reabierto debates locales sobre el antisemitismo, el discurso político y los límites del activismo en instituciones culturales ▪