El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participó este lunes en el acto oficial de firma del Plan de Pacificación para Oriente Próximo, el acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás, a invitación de los Gobiernos de Egipto y Estados Unidos, según un comunicado.
España, señala el texto, afronta este momento "con esperanza" y reconoce "el papel fundamental de la decisiva mediación de Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía, cuyo liderazgo ha sido clave para acercar posiciones y avanzar hacia la paz". El Ejecutivo español subrayó también la solidaridad de la población civil frente al sufrimiento en Gaza, destacando que "ha movilizado una ola de humanidad sin precedentes, especialmente en nuestro país".
"El Gobierno de España celebra la liberación de los rehenes y de los presos", señala el comunicado, y apunta que el desafío inmediato será garantizar la plena aplicación de las disposiciones políticas, de seguridad y humanitarias del acuerdo. En esa línea, el presidente del Gobierno llamó a abrir un camino hacia una paz justa y duradera en la región.
Tres prioridades para consolidar la paz
El Ejecutivo español subrayó tres prioridades en esta nueva etapa: la ayuda humanitaria urgente y masiva, la consolidación de las medidas de seguridad y el avance hacia la solución de los dos Estados.
En primer lugar, España considera esencial "proporcionar ayuda humanitaria de forma urgente y masiva", para aliviar las consecuencias del conflicto en la población civil. En segundo lugar, el Gobierno insiste en la necesidad de consolidar la paz y las medidas de seguridad que eviten un nuevo enfrentamiento, basándose en el Plan de Paz de la Liga Árabe y en la Declaración de Nueva York.
Finalmente, la tercera prioridad pasa por dar pasos concretos e irreversibles hacia la creación de un Estado Palestino viable, garantizando "al mismo tiempo la seguridad y el reconocimiento pleno del Estado de Israel".
El texto recalca que la implementación de estos compromisos deberá ir acompañada de un respaldo internacional sostenido, en especial por parte de las potencias regionales y los organismos multilaterales, para asegurar que el proceso de paz no quede en declaraciones formales sino que se traduzca en hechos tangibles.
Evocar Madrid y Oslo
El Gobierno de España reafirma en el comunicado su defensa del sistema multilateral y del Derecho Internacional, evocando el espíritu de la Conferencia de Madrid de 1991 y los Acuerdos de Oslo, como antecedentes históricos de diálogo y entendimiento entre israelíes y palestinos.
"Este es el momento de convertir la esperanza en hechos", subraya el documento, que insta a "transformar este acuerdo en un punto de inflexión hacia un futuro de paz, justicia y convivencia en Oriente Próximo".
En ese contexto, el Ejecutivo reafirmó su compromiso de trabajar junto a los socios europeos y regionales para apoyar la implementación del plan, insistiendo en que la paz debe construirse sobre "la base del respeto mutuo, la seguridad y la dignidad de todos los pueblos de la región" ▪