El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha cargado duramente contra Israel por sus últimos comunicados críticos con el Gobierno español. En declaraciones a RNE, el jefe de la diplomacia subrayó que en una reunión mantenida el pasado viernes en el Ministerio con el encargado de negocios israelí, Dan Poraz, se le trasladó el hartazgo del Ejecutivo ante las acusaciones lanzadas desde la Embajada de Israel.
"Se le convocó y se le dijo muy claramente que estábamos hartos, hartos de que en sus comunicados haya mentiras hacia el Gobierno de España", enfatizó Albares.
La nueva cita diplomática se produjo después de que Israel difundiera un comunicado acusando a España de situarse "en el lado equivocado de la historia" por reclamar la suspensión inmediata del Acuerdo de Asociación de la UE con el Estado hebreo. El ministro recalcó que España fue "entre los primeros del mundo" en condenar los ataques terroristas perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, en referencia al ataque que desató la actual guerra en Gaza.
Pero cabe recordar que Pedro Sánchez llegó a afirmar ante el Congreso que "Israel invadió Gaza el 7 de octubre", una frase que no se corresponde con los hechos, dado que la incursión terrestre israelí comenzó semanas después, tras la ofensiva inicial y masacre de Hamás. También Albares llegó a sostener en la "Conferencia de los Dos Estados" que "Israel ha lanzado esta guerra e Israel debe detenerla", una interpretación igualmente cuestionada, ya que la agresión la inició Hamás con su ataque.
Hoy, además, y sin venir a cuento porque no aparecía en el comunicado de la Embajada de Israel ninguna mención al tema, Albares rechazó con rotundidad cualquier acusación de antisemitismo hacia el Ejecutivo. "Por supuesto que no somos antisemitas", afirmó, recordando que el antisemitismo constituye "un delito de odio, como lo es el racismo o la islamofobia o el odio al colectivo LGTBI o el sexismo" y destacó que el Gobierno ha puesto en marcha el primer plan español contra el antisemitismo.
Y si bien es cierto que el Gobierno definió y ejecutó ese plan, también lo es que ha sido objeto de duras críticas por parte de expertos que creen que es no sólo insuficiente sino que tampoco cuenta con los presupuestos necesarios. Igualmente, distintas voces en la comunidad judía le han recordado públicamente al Gobierno, y más de una vez desde el 7 de octubre, que el antisemitismo en España es alentado desde las filas del propio Ejecutivo, sobre todo desde los partidos Podemos y Sumar, con la difusión de eslóganes como "Del río al mar".
El ministro también incidió en que España mantiene una posición constante de condena ante la muerte de civiles en cualquier conflicto, ya sean israelíes o palestinos. "Lo he dicho muchas veces, el Estado de Israel tiene derecho a tener un Estado y tiene derecho a la seguridad, pero también tienen exactamente el mismo derecho los palestinos a su seguridad y a tener un Estado palestino", zanjó en defensa de la política del Gobierno.
Las últimas tensiones diplomáticas entre los dos países se agudizaron después de que Sánchez, antes del Consejo Europeo en Bruselas, solicitara públicamente la suspensión del acuerdo de asociación con Israel, lo que llevó a la Embajada israelí a acusar al Gobierno de iniciar "una cruzada antisraelí" y a describir la postura española como "moralmente indefendible". Albares, sin embargo, insistió en que España "condena con la misma fuerza" tanto los ataques de Hamás como la ofensiva israelí en Gaza, y reiteró el llamamiento a la contención ▪