Israel manifestó este jueves su indignación ante la embajadora de España, Ana Solomon, por las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la víspera en el Congreso de los Diputados, donde aludió a Israel como un "Estado genocida".
Las fuentes consultadas por Enfoque Judío confirmaron la existencia de la reunión, pero declinaron proporcionar detalle alguno sobre el contenido de la conversación con la diplomática española o quiénes participaron por la parte israelí.
El presidente del Gobierno aludió por primera vez a Israel como un "Estado genocida", en respuesta a una intervención del portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, que criticó duramente la política exterior y social del Ejecutivo.
"De momento lo que hacen es repartirse los jueces con la derecha, comerciar con un Estado genocida como Israel, frenar la ley de vivienda con la derecha catalana, dejar que se carguen la reducción de la jornada laboral. Y ustedes no van a hacer nada. ¿Qué van a hacer? ¿Qué van a hacer?", le increpó textualmente el diputado catalán.
La polémica
En su réplica, Sánchez no evitó el término "genocida" y manifestó: "También le puntualizo una cosa, señor Rufián. Nosotros no comerciamos con un Estado genocida. No lo hacemos, señoría".
La convocatoria a la embajadora española por la polémica suscitada pone de manifiesto un nuevo desencuentro diplomático entre ambos países, cuando recientemente se desarrollaba un tímido diálogo entre bambalinas.
Las alusiones de Sánchez han supuesto para Israel el cruce de una línea roja, después de numerosos intentos para desmontar la crisis bilateral por parte del titular de Exteriores israelí, Guideon Saar, quien, a diferencia de su predecesor en el cargo y actual ministro de Defensa, Israel Katz, había adoptado una línea más conciliadora.
Saar incluso llegó a reunirse con su homólogo español, José Manuel Albares, en la pasada cumbre de Munich en febrero, y a finales de abril volvió a hablar con él para solicitar a España ayuda en las labores de extinción de incendios fuera de control en torno a Jerusalén.
Amonestación
La amonestación a la embajadora española añade más complejidad a las ya tensas relaciones políticas entre ambos países, que se encuentran en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1986. El verano pasado Israel retiró a su embajadora, Rodica Radián-Gordon, después de que España reconociera unilateralmente un Estado palestino.
Las últimas palabras de Sánchez parecen haber colmado la paciencia de Israel, en un contexto ya marcado por diversas medidas impulsadas por España, como la iniciativa para que la Asamblea General de la ONU se pronuncie sobre Gaza, la cancelación de un acuerdo en materia de defensa y la adhesión de Madrid a la causa presentada por Sudáfrica contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia.
Hace unos días y en una comparecencia ante el Congreso en la que precisamente habló de desinformación, Sánchez llegó a decir que "el 7 de octubre Israel invadió Gaza", cuando en realidad fue Hamás el que invadió Israel y perpetró una masacre. El Tzáhal sólo entró en Gaza tres semanas después.
Reacción de organizaciones judías
También varias organizaciones, nacionales e internacionales, criticaron las recientes palabras de Sánchez en el Congreso.
La organización de lucha contra el antisemitismo ACOM las consideró la culminación de una "deriva inquietante" que, a su juicio, lo retrata "cada vez con mayor nitidez, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras".
En un mensaje en redes recordó que Sánchez fue "el último de los líderes de grandes naciones europeas en visitar Israel tras la brutal masacre terrorista del 7 de octubre de 2023". Asimismo, cuestionó su viaje a Rafah, donde "pontificó justo en el momento en que se gestionaba la liberación de los primeros rehenes".
Y denunció que el mandatario "habla de ‘genocidio’ con una ligereza pasmosa, término que jamás se ha atrevido a emplear con regímenes que sí perpetran genocidios reales, como Turquía".
El Israel-Spain Forum Alliance (ISFA) alertó de que "el antisemitismo que se propaga desde lo más alto del Gobierno es alarmante" y que "cuando el odio se normaliza desde el poder, sus consecuencias son incontrolables". En un comunicado afirmó que "el presidente del Gobierno de España ha cruzado una línea roja acusando sin fundamento a Israel para generar una cortina de humo con la que tapar sus vergüenzas".
Por su parte, la organización internacional Combat Antisemitism Movement (CAM) expresó su rechazo a las palabras del dirigente español. Shannon Seban, asesora para Asuntos Europeos de la entidad, dijo que "la acusación del primer ministro Sánchez es una distorsión de la realidad y una cínica instrumentalización del lenguaje. Las palabras importan, y llamar a Israel un ‘estado genocida’ no solo es incorrecto desde el punto de vista factual, sino que también es moralmente irresponsable".