En Shavuot, la fiesta que conmemora la entrega de la Torá, es costumbre en muchos hogares comer lácteos: pasteles de queso, "blintzes", o simplemente pan con mantequilla. ¿Pero por qué?
Una de las explicaciones posibles es que, al recibir la Torá, los israelitas aprendieron por primera vez las leyes dietéticas. Al no estar preparados para kasherizar carne ni tener utensilios adecuados, comieron solo alimentos simples y puros: leche y derivados.
Otros ven en los lácteos un símbolo. La Torá es comparada con la leche: nutritiva, delicada, esencial para el alma. Comer lácteos es, entonces, una forma de "saborear" esa conexión.
También hay quienes ven en este gesto una forma de recordar la humildad: así como la leche no necesita adornos, la verdad más elevada puede llegar en formas sencillas ▪