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Análisis

Narrativa, símbolos y manipulación: el vídeo "antisemita" de TRT sobre David Hatchwell

El guión del vídeo difundido por la televisión turca sobre el empresario judeo-español no es investigación. Está meticulosamente montado para demonizarlo.
Narrativa, símbolos y manipulación: el vídeo "antisemita" de TRT sobre David Hatchwell
(Gráfico: Clarisa Schejtman)

Actualizado el 1/8/2025, 13:14 hs.

Clarisa Schejtman

Esta semana hemos sido testigos de la difusión de un video de la cadena pública turca TRT sobre el empresario judeo-español David Hatchwell. Sofisticado, detallista, pero en definitiva engañoso. Construido con un único objetivo, demonizarlo, e incurriendo en un antisemitismo propio del siglo XXI. Desde la primera escena, el video coloca deliberadamente a Hatchwell como figura de poder "en la sombra". La elección de palabras, el ritmo narrativo y la asociación con redes de influencia financiera y política crean un marco en el que lo judío y lo sionista funcionan como sinónimos de manipulación global.

Este encuadre emplea recursos visuales y auditivos meticulosamente planificados. Se observa, por ejemplo, la aplicación de principios de la Gestalt, como la figura-fondo (el rostro o nombre de Hatchwell como figura sobre un fondo de banderas, torres financieras, mapas geopolíticos), la proximidad (presentarlo junto a Ayuso, Netanyahu, Pegasus, Vox) y la similitud (uso reiterado de tonos fríos, imágenes oscuras, música grave) que refuerzan la idea de un "entramado oculto". Estos recursos no solo organizan la imagen: insinúan conexión entre elementos aunque no exista prueba explícita.

El guion refuerza estas asociaciones con estrategias de priming, es decir, la activación inconsciente de marcos mentales. Palabras como "lobby", "influencia", "trabaja desde las sombras", repetidas en tono neutro pero persistente, predisponen al espectador a interpretar negativamente todo lo relacionado con Hatchwell. Así, sin necesidad de afirmaciones directas, se instala la sospecha.

La edición dinámica, con música tensa, silencios medidos y voz en off grave, genera un clima emocional cargado. Este ambiente no es casual: responde a mecanismos de percepción subliminal, en los que estímulos visuales y sonoros —como la secuencia de nombres, empresas, gobiernos y fondos públicos— operan por debajo del umbral racional y refuerzan el mensaje mediante la emoción.

El video recurre también a técnicas clásicas de propaganda:

  • Transferencia simbólica, al vincular a Hatchwell con armamento, Pegasus, Nacho Cano, Ayuso, Eurovegas o Vox, sugiriendo una red de poder sin afirmarlo.
  • Repetición visual, mostrando al protagonista con distintas personalidades del ámbito político, económico, religioso o cultural.
  • Ambigüedad calculada, como al afirmar que "recibió subvenciones antes de estar constituida" o que "opera desde las sombras": insinuaciones que permiten al emisor negar toda acusación, aunque el mensaje ya esté sembrado.

En este contexto resulta pertinente recuperar la noción de hegemonía cultural desarrollada por Gramsci. Para este autor, el poder no se impone solo por la fuerza, sino al establecer una visión del mundo que parezca "sentido común". El video no denuncia de forma abierta, sino que normaliza una imagen del poder judío como algo opaco, inquietante, no electo y omnipresente, utilizando una estética de documental serio y lenguaje técnico. No actúa como pieza aislada: contribuye a sedimentar una cosmovisión, moldeando a largo plazo percepciones negativas sobre todo lo judío que esté vinculado a política, negocios o innovación.

Este antisemitismo no necesita levantar la voz. Utiliza insinuaciones, símbolos, silencios, gráficos y retórica técnica para instalar viejos estereotipos con formas renovadas. Aunque simula ofrecer análisis, despliega una operación simbólica diseñada para desinformar y deslegitimar.

Frente a esta forma de violencia simbólica, resulta urgente fortalecer una ciudadanía crítica. La alfabetización visual y mediática se vuelve indispensable para identificar las técnicas que hoy moldean la opinión pública: uso de imágenes sugestivas, montaje parcial, lenguaje ambiguo y emociones inducidas. Desenmascarar el antisemitismo contemporáneo exige reconocer sus nuevas gramáticas, sus estéticas suaves y su capacidad de operar desde la ambigüedad.

Porque no todo lo que parece análisis, lo es. Y no todo lo que calla, deja de acusar▪


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Clarisa Schejtman es licenciada en Humanidades y Ciencias Sociales por la Universidad de Palermo (Buenos Aires), con especialización en Comunicación y Relaciones Públicas.

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